III Domingo de Cuaresma
Domingo 8 de marzo 2015
LA MEMORIA CREYENTE DE ISRAEL
Ez 20, 1-17; 1 Co 1, 22-25; Jn 2, 13-25
El profeta Ezequiel revisa la historia reciente de
Israel, luego del estrepitoso fracaso de la emigración forzada a Babilonia, con
la intención de aprender lecciones a partir de los errores pasados. El repaso
histórico apunta en una dirección precisa, los israelitas abusaron de su
libertad y decidieron vivir en rebeldía contra los mandamientos divinos; no
solamente transgredieron sus normas, sino que desairaron su oferta de amistad.
A pesar de la rebeldía, Dios persistió en su oferta de compasión. El incidente
del templo, cuando el Señor Jesús tira por el suelo las mesas de los
comerciantes de bueyes y palomas exhibe otra faceta del proceso de rebeldía: los
practicantes del culto parecían ser hijos obedientes de Dios, sin embargo, se
dispensaban de cumplir con sus exigencias éticas y de esa manera, terminaban
alejándose de la verdadera fidelidad a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ez 36, 23-26
Mis ojos están siempre fijos en el Señor, pues él libra
mis pies de toda trampa. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y
afligido.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que
enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la
limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia
la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Monición.- El pueblo de Dios en un momento de su historia,
recibe de Dios los Diez mandamientos que el escritor sagrado los sitúa en el
contexto del Sinaí, camino hacia la tierra prometida. Se trata de construir un
pueblo que camina hacia la libertad.
Del libro del Éxodo: 20, 1-17
En aquellos días, el Señor promulgó estos preceptos para
su pueblo en el monte Sinaí, diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te
sacó de la tierra de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera
de mí; no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el
cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No adorarás
nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios
celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy misericordioso hasta la
milésima generación de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no
dejará el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate de
santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos harás todos tus
quehaceres; pero el día séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios.
No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni
tu esclava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis
días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el
séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años
en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás
adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No
codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su
esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Del salmo 18, 8-9, 10-11 R/. Tú tienes, Señor, palabras
de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el
alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para
el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los
mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. Que te sean gratas
las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te
busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
Segunda lectura
Monición.- San Pablo nos revela que la inmolación de
Jesús sobre la cruz es escándalo para los judíos locura para los paganos… Para los llamados,
Cristo es fuerza y sabiduría de Dios; comprender esto es descubrir la sabiduría
de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
corintios: 1, 22-25
Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los
paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es
escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los
llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios.
Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la
debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Jn 3, 16 R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Evangelio
Monición.- Jesús es el centro del relato del evangelio de
hoy, se presenta con autoridad para purificar el templo porque es “la casa de
mi Padre”. Expulsa los animales destinados al sacrificio, pues ahora será Él
quien se ofrecerá por todos.
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-25
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a
Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas,
y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas
y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten
todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre". En ese
momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu
casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle:
"¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús
les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo
reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha
llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?"
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de
entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y
creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua,
muchos creyeron en Él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba
de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera
lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay en el hombre. Palabra del
Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Instruidos por el ejemplo de Jesús, el Señor, que en el
desierto se entregaba a la oración, oremos también nosotros con insistencia a
nuestro Dios: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que todos los fieles, por medio de las penitencias y
prácticas cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su
vida cristiana, roguemos al Señor.
Para que todos los pueblos alcancen la paz, la
tranquilidad y el bienestar necesario y puedan así buscar más fácilmente los
bienes del cielo, roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven
tentados o se sienten turbados, infunda el deseo de la conversión a los
pecadores y otorgue el consuelo del cielo a los que están tristes o abatidos,
roguemos al Señor.
Para que infunda en todos nosotros el deseo de una
verdadera conversión, a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el
sacramento pascual de la penitencia, roguemos al Señor.
Señor. Dios nuestro, abre nuestros corazones a tus
mandatos y haz que penetremos en la sabiduría de la cruz, para que, liberados
del egoísmo que nos aprisiona, alcancemos los dones del Espíritu Santo y
lleguemos a ser templo vivo en el que tú deseas recibir nuestra adoración. Por
Jesucristo, nuestro señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón
de nuestras ofensas, y ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I o II de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un
nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte
siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de
eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra
vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dirige, Señor, los corazones de tus fieles y da en tu
bondad a tus siervos una gracia tan grande que, cumpliendo en plenitud tus
mandamientos, nos haga permanecer en tu amor y en el de nuestro prójimo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
La globalización ha generado efectos benéficos y
perjudiciales a la sociedad. Así como ha facilitado el acceso a la información
y a los servicios asociados con la tecnología y la comunicación social, ha ido
deformando, con su aprecio desmedido por la ganancia económica, a todas las
instituciones. La educación, la familia, la política y hasta la religión han
sido deformadas por la penetración del mercado. Los intereses económicos se han
colocado por encima de los intereses genuinos de dichas instituciones. Esa es
la denuncia que hizo Jesús al momento de expulsar a los mercaderes del templo;
habían terminado por subordinar lo principal —el amor a Dios y al prójimo a lo
secundario: la corrección en los rituales y prácticas de culto. El Señor Jesús
nos regaló una orientación decisiva, al decir que, las instituciones fueran
constituidas en función de las personas y no a la inversa.
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