Himno
Al entrar en la noche
y verme en tu presencia,
confieso Señor mío
que contra ti he pecado.
Más en mi angustia grito:
Déjame ver tu rostro.
A tu misericordia
y a tu gracia me acojo
y aunque los fuertes lazos
yo de tu Amor he roto,
necesito tu Vida,
necesito tu Rostro.
Sé que de Padre bueno
se visten tus entrañas
y sé que a los humildes
y pobres das tu gracia;
como pobre te busco,
deseo ver tu Rostro.
A ti, Señor, la Gloria,
a ti el poder y el honor,
y al Hijo que contigo
da al mundo tu esplendor.
Que el Amor nos transforme
y veamos tu Rostro.
Amén
Hermoso Himno, pidiendo ver el Rostro de Cristo.
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