DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 5 de Julio 2015
LA GENTE REBELDE CIERRA SUS OÍDOS
El profeta Ezequiel vivió la adversidad del exilio forzado. Los
soldados babilonios no le pidieron su opinión, sino que lo condujeron a la
fuerza a Babilonia. Allá recibió el encargo de pronunciar las palabras
proféticas que anunciaban la desgracia de Israel. No era un mensaje fácil de
acoger y sus oyentes prefirieron aducir pretextos infantiles antes que cambiar
su mentalidad. Ezequiel necesitaba de una gran fortaleza interior para hablar a
los oídos de una generación embotada. La visita del Señor Jesús a Nazaret
tampoco concluyó de manera favorable; sus vecinos y parientes lo
menospreciaron, alegando sus orígenes modestos. El Maestro lo entendió y así lo
acuñó: "nadie es profeta en su tierra". La comunicación debería ser
más viable entre los que comparten un horizonte común de vida, sin embargo no
es así, las envidias y otras mezquindades se interponen como enormes
obstáculos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu
alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está
llena de justicia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el
mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría, para que, a quienes
rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no
tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Monición.- El profeta Ezequiel, invadido por el Espíritu, siente la
responsabilidad de llevar la Palabra de Dios a su pueblo. El profeta, aunque lo
ignoren, deberá cumplir su misión.
Del libro del profeta Ezequiel 2, 2-5
En aquellos días, el espíritu entró en mí, hizo que me pusiera en pie y
oí una voz que me decía:
"Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo
rebelde, que se ha sublevado contra mí. Ellos y sus padres me han traicionado
hasta el día de hoy. También sus hijos son testarudos y obstinados. A ellos te
envío para que les comuniques mis palabras. Y ellos, te escuchen o no, porque
son una raza rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 122
R/. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
En ti, Señor, que habitas en lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan
sus ojos en las manos de su señor, los siervos. R/.
Así como la esclava en su, señora tiene fijos los ojos, fijos en el
Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros. R/.
Ten piedad de nosotros, ten piedad, porque estamos, Señor, hartos de
injurias; saturados estamos de desprecios, de insolencias y burlas. R/.
SEGUNDA LECTURA
Monición.- San Pablo nos habla de algo personal; por la respuesta parece
que se refiere a las adversidades que siempre le acompañaron en la obra de
evangelización.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 7-10
Hermanos: Para que yo no me llene de soberbia por la sublimidad de las
revelaciones que he tenido, llevo una espina clavada en mi carne, un enviado de
Satanás, que me abofetea para humillarme. Tres veces le he pedido al Señor que
me libre de esto, pero Él me ha respondido: "Te basta mi gracia, porque mi
poder se manifiesta en la debilidad".
Así pues, de buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades, para que
se manifieste en mí el poder de Cristo. Por eso me alegro de las debilidades,
los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro
por Cristo, porque cuando soy más débil, soy más fuerte. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me ha enviado para anunciar a
los pobres la buena nueva. R/.
EVANGELIO
Monición.- Jesús va a Nazaret. El sábado enseña en la sinagoga, pero es
rechazado. “Lo conocemos desde pequeño”, dicen los oyentes. Jesús estaba
admirado por su falta de fe.
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando
llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo
escuchaba se preguntaba con asombro:
"¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa
sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el
hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí,
entre nosotros, sus hermanas?". Y estaban desconcertados.
Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su
tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún
milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba
extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los
pueblos vecinos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja
nuestras peticiones. Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)
Oremos a Dios por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos
aquellos a los que se han confiado nuestras almas; que nuestro Señor les dé la
fuerza y sabiduría para dirigir y gobernar santamente las comunidades que les
han sido encomendadas y puedan así dar buena cuenta cuando se les pida.
Roguemos al Señor.
Oremos también para que Dios nos conceda la paz; que él, que es la
verdadera paz y el origen de toda concordia, transmita la paz del cielo a la
tierra, la paz espiritual para nuestras almas y la paz temporal para nuestros
días. Roguemos al Señor.
Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio,
para que nuestro Señor los mantenga en este santo propósito hasta el fin de sus
días; oremos también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé
la gracia de convertirse, hacer penitencia y purificarse en el sacramento del
perdón y alcanzar así la salvación eterna. Roguemos al Señor.
Oremos, finalmente, a Dios nuestro Señor por los fieles difuntos, que
han salido ya de este mundo, especialmente por nuestros familiares, amigos y
bienhechores, para que el Señor, por su gran misericordia, los reciba en su
gloria y los coloque entre los santos y elegidos. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre santo, nuestras oraciones e ilumínanos con la luz de tu
Espíritu, para que sintiéndonos pobres y débiles, experimentemos la fuerza de
Cristo y el poder de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga
participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 33,9
Prueben y vean qué bueno es el Señor; dichoso quien se acoge a él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los
dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La comunicación entre quienes creen
en certezas sólidas y quienes viven al día, en medio de la hojarasca de las
informaciones del mercado y las mentiras del poder que degrada, no resulta
viable. Cada uno parece vivir en un planeta diferente y manejar un código y
unos lentes diferentes para ver la vida. Unos solo saben de ganancia económica
para sí mismos y sus socios, otros en cambio, afrontan las cuestiones profundas
de la condición humana: el bienestar general, la libertad, el sentido de la
vida. Jesús, Ezequiel, nuestros profetas y los analistas lúcidos de la realidad
sombría que vivimos, proponen salidas que nos permitirían vivir en libertad y
justicia; los dueños de las decisiones, nuestros controladores mientras tanto,
enmascaran sus verdaderos intereses (el poder y el dinero) y esquivan la
crudeza de las llamadas proféticas y de los reclamos ciudadanos que los urgen
al cambio institucional profundo.
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