DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo
C
O bien: DOMINGO MUNDIAL DE LAS
MISIONES
Domingo 23 de octubre 2016
LOS GRITOS DEL POBRE
El sabio que compuso el libro del
Eclesiástico estaba convencido de que Dios no era un funcionario público
"buscachambas", como esos que ningunean y maltratan a ciudadanos y
derechohabientes. Nada de eso. Dios es un padre y una madre tierna, que atiende
con solicitud los gritos y reclamos de los pobres. Dios no manda al archivo
muerto los reclamos de los débiles, sino que los atiende y "no reposa
hasta quebrantar los lomos del tirano". Con estos argumentos el autor
quiere convencernos de una certeza: quien viva conforme a la justicia y tenga
una causa difícil de resolver, sepa que Dios está de su lado. En la parábola
del fariseo y el publicano se ratifica ese mensaje. Dios se resiste a los
orgullosos y soberbios y se compadece con solicitud de las personas honestas y
sinceras que reconocen su fragilidad y solicitan su auxilio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104,
3-4
Alégrese el corazón de los que
buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin
descanso.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en
la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey
celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo
del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que
quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la
derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú
Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios
Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno,
aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos
alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La oración del humilde llega
hasta el cielo.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico):
35, 15-17. 20-22
El Señor es un juez que no se
deja impresionar por apariencias. No menosprecia a nadie por ser pobre y
escucha las súplicas del oprimido. No desoye los gritos angustiosos del
huérfano ni las quejas insistentes de la viuda.
Quien sirve a Dios con todo su
corazón es oído y su plegaria llega hasta el cielo. La oración del humilde
atraviesa las nubes, y mientras él no obtiene lo que pide, permanece sin
descanso y no desiste, hasta que el Altísimo lo atiende y el justo juez le hace
justicia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3.17-18.19.23
R/. El Señor no está lejos de sus
fieles.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre
su pueblo al escucharlo. R/.
En contra del malvado está el
Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre
justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
El Señor no está lejos de sus
fieles y levanta a las almas abatidas. Salva el Señor la vida de sus siervos.
No morirán quienes en él esperan. R/.
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O bien, cuando se celebre del
DOMINGO MUNDIAL DE LAS NACIONES
PRIMERA LECTURA
Vendrán numerosos pueblos a
buscar al Señor en Jerusalén.
Del libro del profeta Zacarías:
8, 20-23
Esto dice el Señor de los
ejércitos: "Vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades. Y los
habitantes de una ciudad irán a ver a los de la otra y les dirán: 'Vayamos a
orar ante el Señor y a implorar la ayuda del Señor de los ejércitos'. 'Yo
también voy'. Y vendrán numerosos pueblos y naciones poderosas a orar ante el
Señor Dios en Jerusalén y a implorar su protección".
Esto dice el Señor de los
ejércitos: "En aquellos días, diez hombres de cada lengua extranjera
tomarán por el borde del manto a un judío y le dirán: 'Queremos ir contigo,
pues hemos oído decir que Dios esta con ustedes' ". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 66
R/. Que te alaben, Señor, todos
los pueblos.
Ten piedad de nosotros y
bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te
canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los
pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
La tierra ha producido ya sus
frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el
mundo entero. R/.
SEGUNDA LECTURA
Ahora sólo espero la corona
merecida.
De la segunda carta del apóstol
san Pablo a Timoteo: 4, 6-8. 16-18
Querido hermano: Para mí ha
llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado
bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora
sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en
aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su
glorioso advenimiento.
La primera vez que me defendí
ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en
cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio,
se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.
Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando de todos los
peligros y me llevará salvo a su Reino celestial. A él la gloria por los siglos
de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2
Co 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al
mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la
reconciliación. R/.
EVANGELIO
El publicano regresó a su casa
justificado y el fariseo no.
Del santo Evangelio según san
Lucas: 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta
parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro,
publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en
su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres:
ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces
por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'. El publicano, en cambio,
se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía
era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un
pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que
éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será
humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación
bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y
subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con
gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el
Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los
profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos hermanos, a Dios Padre,
por medio de Jesucristo, su Hijo, que se entregó por la salvación de todos,
pidámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Espíritu Santo
fortalezca a los obispos y a los presbíteros de los países de misiones y los
asista de manera que conduzcan sus jóvenes Iglesias hacia una verdadera madurez
cristiana, roguemos al Señor.
Para que el Señor infunda su
Espíritu Santo en los misioneros y haga que su apostolado y su testimonio sean
verdaderamente evangélicos y no de sabiduría únicamente humana, roguemos al
Señor.
Para que los cristianos que viven
en países de misiones den un testimonio verdadero de amor a Jesucristo, se
sientan ricos por el conocimiento del Evangelio y no se avergüencen nunca de su
pobreza humana, roguemos al Señor.
Para que nosotros y los miembros
de nuestras comunidades consideremos como parte integrante de nuestra fe la
solicitud apostólica de transmitir la luz y la alegría del Evangelio al mundo
no cristiano, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que sabes lo
que hay en el interior de cada hombre y amas a todos, porque por todos te has
entregado, escucha nuestra oración y haz que sean muchos los que tengan un amor
tan grande que estén dispuesto, como tú, a entregar la propia vida por los
hermanos y para anunciarles el Evangelio el Evangelio de salvación. Tú, que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que
presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre
ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PPREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo
de Dios
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor
nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de
llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe
elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que,
trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el
mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra
de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre
del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ef 5, 2
Cristo nos amó y se entregó a sí mismo
por nosotros, como ofrenda agradable a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Señor,
produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos
en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO
TIEMPO.- "Cada uno de nosotros –escribía recientemente el papa
Francisco—le interesa a Dios, su amor le impide ser indiferente a lo que nos
sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos
olvidamos de los demás [algo que Dios Padre no hace jamás], no nos interesan
sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen... Entonces
nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto,
y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha
alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una
globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que
afrontar como cristianos". Ese Dios que nos ama con pasión y ternura
maternal atiende nuestros clamores y encomienda nuestra causa a los oídos
sensibles de personas generosas que no se han dejado endurecer el corazón por
la indiferencia.
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