¡No
dejes de ir a misa!
Una
Misa oída mientras vivas te aprovechará mucho más que muchas que ofrezcan por
ti después de la muerte.
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Catholic.net | Fuente: Catholic.net
A
la hora de tu muerte, tu mayor consuelo serán las Misas que durante tu vida
oíste.
Cada
Misa que oíste te acompañará en el tribunal divino y abogará para que alcances
perdón.
Con
cada Misa puedes disminuir el castigo temporal que debes por tus pecados, en
proporción con el fervor con que la oigas.
Con
la asistencia devota a la Santa Misa, rindes el mayor homenaje a la Humanidad
Santísima de Nuestro Señor.
La
Santa Misa bien oída suple tus muchas negligencias y omisiones.
Por
la Santa Misa bien oída se te perdonan todos los pecados veniales que estás
resuelto a evitar, y muchos otros de que ni siquiera te acuerdas.
Por
ella pierde también el demonio dominio sobre ti.
Ofreces
el mayor consuelo a las benditas ánimas del Purgatorio.
Consigues
bendiciones en tus negocios y asuntos temporales.
Una
Misa oída mientras vivas te aprovechará mucho más que muchas que ofrezcan por
ti después de la muerte.
Te
libras de muchos peligros y desgracias en los cuales quizás caerías sino fuera
por la Santa Misa.
Acuérdate
también de que con ella acortas tu Purgatorio.
Con
cada Misa aumentarás tus grados de gloria en el Cielo. En ella recibes la
bendición del sacerdote, que Dios ratifica en el cielo.
Al
que oye Misa todos los días, Dios lo librará de una muerte trágica y el Ángel
de la guarda tendrá presentes los pasos que dé para ir a la Misa, y Dios se los
premiará en su muerte.
Durante
la Misa te arrodillas en medio de una multitud de ángeles que asisten
invisiblemente al Santo Sacrificio con suma reverencia.
Cuando
oímos misa en honor de algún Santo en particular, dando a Dios gracias por los
favores concedidos a ese Santo, no podemos menos de granjearnos su protección y
especial amor, por el honor, gozo y felicidad que de nuestra buena obra se le
sigue.
Todos
los días que oigamos Misa, estaría bien que además de las otras intenciones,
tuviéramos la de honrar al Santo del día.
La
Misa es el don más grande que se puede ofrecer al Señor por las almas, para
sacarlas del purgatorio, librarlas de sus penas y llevarlas a gozar de la
gloria. ˆ San Bernardo de Sena.
El
que oye Misa, hace oración, da limosna o reza por las almas del Purgatorio,
trabaja en su propio provecho. ˆ San Agustín.
Por
cada Misa celebrada u oídas con devoción, muchas almas salen del Purgatorio, y
a las que allí quedan se les disminuyen las penas que padecen. ˆ San Gregorio
el Grande, Papa.
Durante
la celebración de la Misa, se suspenden las penas de las almas por quienes
ruega y obra el sacerdote, y especialmente de aquellas por las que ofrece la
Misa. ˆSan Gregorio el Grande
Puedes
ganar también Indulgencia Plenaria todos los lunes del año ofreciendo la santa
Misa y Comunión en sufragio de las benditas almas del Purgatorio. Para los
fieles que no pueden oír Misa el lunes vale que la oigan el domingo con esa
intención.
Se
suplica que apliquen todas las indulgencias en sufragio de las Almas del
Purgatorio, pues Dios nuestro Señor, y ellas le recompensaran esta caridad.
La
Santa Misa es la renovación del Sacrificio del Calvario, el Mayor acto de
adoración a la Santísima Trinidad. Por eso es obligación oírla todos los
domingos y fiestas de guardar.
http://www.es.catholic.net/op/articulos/12738/meditacionBoletin.html#
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