UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
Todo gobernante
genuinamente elegido dispone de poder y autoridad en vistas a alcanzar unos
fines: garantizar la seguridad de los gobernados, asegurando su vida y sus
bienes. Los gobernantes no realizan, como bien sabemos, dicha misión por
filantropía sino porque viven intensamente la pasión por el poder y se sienten
atraídos por los numerosos privilegios asociados al cargo. La teoría política
dirá otra cosa. La realidad actual sobre el estilo de vida de nuestros gobernantes
los exhibe de cuerpo entero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario