domingo, 2 de septiembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180902




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

La humanidad parece descender en caída libre. El rechazo a los emigrantes, el maltrato a nuestra casa común, el aumento de la violencia homicida son más que evidentes. Sin asideros ideológicos de dónde agarrarse dada la muerte de las ideologías, sin creencias de fe sólidas a raíz de una crisis espiritual, parece que marchamos a la deriva. Por lo que respecta a nosotros los cristianos, estas lecturas son como una "piedra en el zapato". No podemos desentendernos de las amenazas crecientes a nuestra cohesión social. El amor al prójimo, el respeto a la dignidad de todo ser humano están en el corazón de nuestra vida creyente. Los padres de familia estamos invitados a testimoniar y comunicar una fe plena. La experiencia de Dios nos urge a renovarnos interiormente, para de ese modo, marcar una diferencia, renovando nuestro compromiso efectivo a favor de las personas y de nuestro medio ambiente.

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