DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B
Domingo 02 Septiembre 2018
UN PUEBLO SABIO
El libro del Deuteronomio se nos presenta como la recopilación de los
discursos finales dados por Moisés al pueblo en las estepas de Moab. El
fragmento que ahora escuchamos nos instruye acerca de la bondad de los
mandamientos divinos para el logro de la vida buena. Los israelitas no tendrán
que dirigir proclamas ni sermones a los pueblos vecinos acerca de la bondad de
su Dios. Su misión será conformar su vida diaria con las exigencias de
justicia, solidaridad y defensa de los débiles, contenidas en las normas
comunicadas por Moisés. La vocación de Israel consiste en vivir como una
comunidad alternativa a las sociedades opresoras de sus vecinos. De esa manera
harán patente la cercanía y grandeza de su Dios. En el Evangelio de san Marcos,
el Señor Jesús formula un diagnóstico y una propuesta de renovación moral para
Israel: la limpieza interna asegura la sana convivencia social, puesto que
cancela toda posibilidad de abusar de los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 3. 5
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y
clemente, y rico en misericordia con quien te invoca.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios de toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en
nuestros corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa
nuestra vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con
solicitud amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No añadirán nada a lo que les mando. Cumplan los Mandamientos del
Señor.
Del libro del Deuteronomio: 4, 1-2. 6-8
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora,
Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en
práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el
Señor. Dios de tus padres, te va a dar. No añadirán nada ni quitarán nada a lo
que les mando: Cumplan los mandamientos del Señor que yo les enseño, como me
ordena el Señor, mi Dios. Guárdenlos y cúmplanlos porque ellos son la sabiduría
y la prudencia de ustedes a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticias de
todos estos preceptos, los pueblos se dirán: 'En verdad esta gran nación es un
pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga
dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál
es la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley
que ahora les doy?". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14, 2-34. 3cd-4ab. 5
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es
sincero en sus palabras y con la legua a nadie desprestigia. R/.Quien no hace
mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados,
pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.Quien presta sin usura y quien no
acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios
eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Pongan en práctica la palabra
De la carta del apóstol Santiago: 1, 17-18. 21-22. 27
Hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto vienen de lo alto, del
creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por su propia
voluntad nos engendró por medio del evangelio para que fuéramos, en cierto
modo, primicias de sus creaturas. Acepten dócilmente la palabra que ha sido
sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos. Pongan en práctica esa palabra y
no se limiten a escucharla, engañándose a ustedes mismos. La religión pura e
intachable a los ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a
las viudas en sus tribulaciones, y en guardarse de este mundo corrompido. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO St 1, 18R/. Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad, el Padre nos engendró por medio del evangelio,
para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. R/.
EVANGELIO
Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a las tradiciones
de los hombres.
Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 1-8. 14-15. 21-23
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas
venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con
las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas
le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no
siguen la tradición de nuestros mayores?". (Los fariseos y los judíos, en
general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la
tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las
abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los
vasos, las jarras y las ollas).Jesús les contestó: "¡Qué bien profetizó
Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra con los
labios, pero su corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden,
porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos! Ustedes dejan a un
lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los
hombres". Después, Jesús llamó a la gente y les dijo: "Escúchenme
todos y entiéndanme Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí
lo mancha es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las
intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los
adulterios, las codicias, las injusticias, los fraudes, el desenfreno, las
envidias, la difamación, el orgullo y la frivolidad. Todas estas maldades salen
de dentro y manchan al hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo,
diciendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor)
Tengamos presente, hermanos, en nuestras oraciones a la Iglesia santa,
católica y apostólica, para que el Señor lo haga crecer en la fe, la esperanza
y la caridad. Roguemos al Señor.
Oremos también por los pecadores, por los encarcelados, por los
enfermos y por los que están lejos de sus hogares, para que el Señor los
proteja, los libere, les devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor.
Oremos también por las almas de todos los difuntos, para que Dios, en
su bondad, quiera admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos.
Roguemos al Señor.
Pidamos también por los que nos disponemos a celebrar la Eucaristía,
para que el Señor perdone sus culpas de los que vamos a participar de sus
sacramentos, otorgue sus premios a los que ejercerán los diversos ministerios y
dé la salvación a todos aquellos por los que ofrecemos nuestro sacrificio.
Roguemos al Señor.
Mira, Señor, a tu familia, reunida el domingo para celebrar la
resurrección de tu Hijo, y escucha con benevolencia sus súplicas; no permitas
que te honremos sólo con los labios, mientras nuestro corazón está lejos de ti,
ni que, dejando a un lado el mandamiento de Dios, nos aferremos a la tradición
de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición
salvadora, para que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 30. 20
Qué grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que
este alimento de caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a
servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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