UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
Según afirma el autor
del libro de la Sabiduría Dios creó al hombre para la inmortalidad y auxilia en
el momento de prueba y persecución a quien se mantiene en sus caminos. Quien
viva convencido de estas certezas podrá afrontar sus pequeños o grandes
desafíos personales. La fe cristiana no está desconectada en manera alguna de
nuestra cotidianeidad. Para ser un padre de familia creíble, un ciudadano
responsable y participativo y un miembro confiable en sus actividades
económicas o profesionales, necesitamos abrevar en el pozo de nuestra fe
cristiana. Sabemos que en la medida que nuestras actitudes reflejen los valores
del Reino de Dios enfrentaremos oposición de parte de quienes solo tienen ojos
para la ganancia y el logro del poder. Es necesario asociarnos con personas de
buena voluntad, persiguiendo objetivos comunes valiosos, para de esa manera,
aligerar los graves problemas que afligen a nuestra casa común y a nuestro
país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario