DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 09 Septiembre 2018
LA LENGUA DEL MUNDO CANTARÁ
Cuando el profeta Isaías anuncia el final del exilio recurre a imágenes
del mundo vegetal para afirmar que el cambio no solamente afectará la vida de
los repatriados sino que también los montes y plantas traslucirán la presencia
salvadora de Dios. Los israelitas jamás pensaron que la naturaleza fuese
divina, pero afirmaron que la gloria del Señor se manifestaba en su creación.
Además de dichas imágenes, Isaías describe la salvación a través de una serie
de imágenes encaminadas a retratar la mejora en las condiciones de vida de los
pobres y los enfermos. El pueblo de Israel asoció su fe religiosa con la mejora
de sus condiciones de vida. La salud, la libertad, la paz de los hijos de
Israel no estaban expuestas a la incertidumbre, al contrario, Dios se
encargaría de auxiliarlos y sostenerlos en su búsqueda de mejores condiciones
de vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137. 124
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso
con tu siervo.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la
filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, para que
todos los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Se iluminarán los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se
abrirán.
Del libro del profeta Isaías: 35, 4-7
Esto dice el Señor: "Digan a los de corazón apocado: ¡Ánimo! No
teman. He aquí que su Dios, vengador y justiciero, viene ya para salvarlos'.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos
se abrirán. Saltará como un venado el cojo y la lengua del mudo cantará.
Brotarán aguas en el desierto y correrán torrentes en la estepa. El
páramo se convertirá en estanque y la tierra seca, en manantial".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 145, 6c-7. 8-9bc-10
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al
oprimido; El proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios ha elegido a los pobres del mundo para hacerlos herederos del
Reino.
De la carta del apóstol Santiago: 2,1-5
Hermanos: Puesto que ustedes tienen fe en nuestro Señor Jesucristo
glorificado, no tengan favoritismos. Supongamos que entran al mismo tiempo en
su reunión un hombre con un anillo de oro, lujosamente vestido, y un pobre
andrajoso, y que fijan ustedes la mirada en el que lleva el traje elegante y le
dicen: "Tú, siéntate aquí, cómodamente". En cambio, le dicen al
pobre: "Tú, párate allá o siéntate aquí en el suelo, a mis pies". ¿No
es esto tener favoritismos y juzgar con criterios torcidos?
Queridos hermanos, ¿acaso no ha elegido Dios a los pobres de este mundo
para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo
aman? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y
dolencias del pueblo. R/.
EVANGELIO
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 31-37
En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por
Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron
entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las
manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le
tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo:
"¡Effetá!” (Que quiere decir "¡Ábrete!"). Al momento se le
abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin
dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba,
ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían:
"¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda a
nuestras peticiones. Digamos: Te rogamos, Señor (R/ Te rogamos, Señor.)
Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la
unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al
Señor.
Por la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las
naciones, renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos
los pueblos la mutua comprensión, roguemos al señor.
Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error,
devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas
y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor.
Para que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de
nuestra vida y, después de la muerte, nos admite en el reino de la felicidad,
de la luz y de la paz roguemos al Señor.
Tú, Señor, que has elegido a los pobres del mundo para hacerlos ricos
en la fe y herederos de tu reino, escucha nuestras oraciones y ayúdanos a
proclamar con valentía tu Evangelio, para que los oídos de los sordos se abran,
los cobardes de corazón recobren ánimos y las lenguas de los mudos canten con
nosotros la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos
honrar de tal manera, con estos dones, tu majestad, que, a1 participar en estos
santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 41, 2-3
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te
busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas con tu
palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal manera tan grandes dones
de tu Hijo amado, que merezcamos ser siempre partícipes de su vida. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
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