viernes, 10 de mayo de 2019

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20190512


Una tarea sobresale entre otras. Es necesario aprender a reconocer en nuestros días el auténtico mensaje de Jesús. Los que hablan en nombre de Jesús realizan interpretaciones dispares de su mensaje. Unos acogen a los migrantes en nombre de Jesús y otros más, creen dar gloria a Dios, hostigando a esos mismos migrantes. Unos cristianos defienden unos valores sociales y otros se oponen a los mismos valores. Cada persona cree estar del lado correcto. Si regresamos al relato evangélico [1] podemos darnos cuenta de que es indispensable reconocer la voz y el genuino mensaje de Jesús. Jesús no es equiparable a un líder que regala cuotas de poder, ni beneficios materiales a corto plazo. Los mediadores que pretendemos hablar en su nombre, podemos envolver su mensaje en nuestras particulares convicciones personales. No es recomendable regalar nuestro asentimiento a quien no viva en conformidad con la compasión y el amor que Jesús vivió y enseñó.


[1] "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno". Juan: 10, 27-30

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