UNA CONFIANZA FUERA DE SERIE
Is 56, l. 6-7; Rom 11,13-15.29-32; Mt 15,21-28
El tema de la inclusión de todos los pueblos dentro
de la asamblea de Israel está presente tanto en el libro de Isaías como en el
pasaje evangélico. En el primer texto aparece como una promesa condicionada e
imprecisa: los extranjeros que vivan entregados a Dios, cumpliendo su alianza,
serán admitidos como miembros de plenos derechos en la asamblea santa. El
templo de Jerusalén ya no estará reservado para los hijos de Abrahán, en el
futuro Dios incluirá a hombres y mujeres de distintas razas y lenguas. Ese
proyecto no logró concretarse de manera sencilla. Aún en el primer siglo, los
extranjeros tenían impedido el acceso al atrio del Santuario de Jerusalén. La
insistencia y la confianza de una mujer cananea consiguió doblegar la cerrazón
inicial del Señor Jesús. Esta mujer anónima ensanchó la mentalidad
relativamente exclusivista de Jesús y sus discípulos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-11
Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu
Ungido. Un solo día en tu casa es más valioso, que mil días en cualquier otra
parte.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has preparado bienes invisibles
para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para
que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo
deseo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Conduciré a los extranjeros a mi monte santo.
Del libro del profeta Isaías: 56, 1. 6-7
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de
los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y
mi justicia a punto de manifestarse.
A los extranjeros que se han adherido al Señor para
servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se
mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de
alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi
altar, porque mi templo será casa de oración para todos los pueblos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 66, 2-3. 5. 6 Y 8.
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor,
tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra
salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al
mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a
las naciones. R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los
pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el
mundo entero. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios no se arrepiente de sus dones ni de su
elección.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos:
11, 13-15. 29-32
Hermanos: Tengo algo que decirles a ustedes, los
que no son judíos, y trato de desempeñar lo mejor posible este ministerio. Pero
esto lo hago también para ver si provoco los celos de los de mi raza y logro
salvar a algunos de ellos. Pues, si su rechazo ha sido reconciliación para el
mundo, ¿qué no será su reintegración, sino resurrección de entre los muertos?
Porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y
ahora han alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos,
en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la
ocasión de que ustedes alcanzarán la misericordia de Dios, también ellos la
alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía,
para manifestarnos a todos su misericordia. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a
la gente de toda enfermedad. R/.
EVANGELIO
Mujer, ¡qué grande es tu fe!
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de
Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a
gritar: "Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está
terriblemente atormentada por un demonio". Jesús no le contestó una sola
palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: 'Atiéndela, porque
viene gritando detrás de nosotros". Él les contestó: "Yo no he sido
enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel".
Ella se acercó entonces a Jesús y, postrada ante
él, le dijo: "¡Señor, ayúdame!". Él le respondió: "No está bien
quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos".
Pero ella replicó: "Es cierto, Señor; pero
también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus
amos". Entonces Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que
se cumpla lo que deseas". Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y
pidámosle que atienda a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos,
respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Roguemos al Señor por quienes, a causa de su
enfermedad, porque están el servicio de sus hermanos o por cualquier otro
motivo, no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que,
ya que no pueden participar de la alegría de esta celebración, no se vean
privados nunca del gozo del Señor. Roguemos al Señor.
Roguemos por los que ayudan a los pobres o hacen
obras de misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios premie
abundantemente el bien que hacen, y lo que reparten a sus hermanos el Señor lo
multiplique y lo convierta para ellos en premio de vida eterna. Roguemos al
Señor.
Roguemos por los que están de viaje, por los que
tienen que vivir fuera de su hogar o alejados de sus familiares y amigos, para
que Dios los proteja de todo peligro, los ayude en sus dificultades y les
conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares. Roguemos al Señor.
Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que
el Señor nos haga perseverar en la fe cristiana, nos ayude a conocer más y más
el Evangelio de Cristo, fortalezca nuestra voluntad en el bien, nos guarde de
todo mal y nos guarde de todo mal y nos conceda alcanzar la vida eterna.
Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que con el ejemplo de tu Hijo, manso
y humilde de corazón, nos has manifestado tu designio de salvar a todos los
hombres, escucha nuestras oraciones y revístenos de los mismos sentimientos de
Cristo, para que, con nuestras obras y palabras, demos siempre testimonio de tu
amor fiel. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se
realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste,
merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en
el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 129, 7
Con el Señor viene la misericordia, y la abundancia
de su redención.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos
humildemente, Señor, tu misericordia, para que, hechos semejantes a él aquí en
la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. El, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
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