Elías (1 Re
19,9.11-13) y Pedro (Mt 14, 22-33) destacan
en estos dos relatos bíblicos. Figuras muy distantes en el tiempo, que
comparten algunos rasgos comunes. Hombres llenos de celo religioso y de
entusiasmo, que sufrieron crisis y persecuciones. De alguna manera lograron
sobreponerse a sus caídas, sabiéndose aceptados por la misericordia del Padre.
Supieron escuchar la voz de Dios y por eso siguen siendo referentes para
nosotros. Dios continúa comunicándose con nosotros de diferentes maneras. La
creación sometida al maltrato, por nuestra codicia y nuestro afán de poder,
sigue clamando ruidosamente. Se necesitaría ser ciego y sordo para no escuchar
que "nuestra casa está en llamas". La crisis climática y la emergencia
sanitaria del presente año están ahí para sacudir nuestra sordera.
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