MIS PLANES NO SON SUS PLANES
Is 55, 6-9; Flp 1, 20-24. 27; Mt 20, 1-16
Diferencias más que semejanzas es lo que apreciamos
entre el proceder de los humanos y el proceder de Dios. La parábola evangélica
registra la visión estrecha de los trabajadores que no pueden salirse del
esquema meritocrático. Quienes trabajaron más horas en la viña reclaman un
mayor salario. Dentro del esquema de la justicia distributiva (darle a cada uno
lo que le pertenece) o conmutativa (intercambiar bienes de forma proporcional)
el proceder de Jesús parece totalmente descabellado. Dar la misma paga a quien
trabajó una hora que al que trabajó toda la jornada parece arbitrario por no
decir abusivo. Sin embargo, vistas las cosas desde el plano de Dios resultan
diferentes. Jesús no lesionó los derechos de los primeros trabajadores, puesto
que pagó lo pactado, sino que practicó la generosidad con los obreros de la
última hora.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor.
Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su
Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los
hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que,
cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Mis pensamientos no son los pensamientos de
ustedes.
Del libro del profeta Isaías: 55, 6-9
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar,
invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el
criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios,
que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de
ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así como
aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y
mis pensamientos a sus pensamientos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144,2-3.8-9. 17-18.
R/. Bendeciré al Señor eternamente.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi
boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza
incalculable. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para
enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor
se extiende a todas sus creaturas. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están
llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy
cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/.
SEGUNDA LECTURA
Para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una
ganancia.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses:
1,20-24.27
Hermanos: Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte,
Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte,
una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite trabajar
todavía con fruto, no sabría yo qué elegir.
Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el
deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;
y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien
de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de
Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Hechos 16,14
R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos
las palabras de tu Hijo. R/.
EVANGELIO
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
Del santo evangelio según san Mateo; 20, 1-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta
parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al
amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con
ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a
media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan
también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a
medio día y a media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y
encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han
estado aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron: 'Porque nadie
nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su
administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por
los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que
habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron
que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al
recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que
llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo
que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te
hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma,
pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti.
¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque
yo soy bueno?'. De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros,
los últimos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas
sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y
digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro
obispo Leopoldo, y por todos los demás obispos, por los presbíteros y diáconos;
para que cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Por los jefes de Estado y por los demás
gobernantes, por los responsables del bien común y por los que tienen en sus
manos las riquezas del mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la
paz y la libertad, roguemos al Señor.
Por los que padecen hambre u otras necesidades, por
los que están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o
viven lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo
y la fortaleza de Dios, roguemos al Señor.
Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y
el perdón de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la
salvación eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.
Padre justo y lleno de bondad, que das a los
primeros lo mismo que a los últimos, escucha nuestras oraciones y haz que
comprendamos que, como el cielo aventaja a la tierra, así tus caminos aventajan
a los nuestros y que es un gran honor haber sido llamados, desde el amanecer, a
trabajar en tu viña. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo,
para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor
de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con
exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu
voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos,
confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el
fruto de la redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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