sábado, 19 de septiembre de 2020

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200920

Cuando se trata de establecer preferencias en el terreno de las políticas públicas o en el ámbito de las relaciones familiares suelen aparecer los celos y malentendidos. Un presidente que repite una y otra vez "primero los pobres", tiene indudablemente que atender con particular urgencia a la mitad de la población que se encuentra en pobreza. No obstante, cabe preguntarse qué tendrá que hacerse con los que se encuentran en segundo lugar, es decir con las clases medias y altas. Igualmente, en el ámbito de una familia son más urgentes las necesidades de los miembros ancianos, enfermos o de quienes padecen alguna discapacidad. No obstante, el resto de la familia también tiene necesidades que ameritan atención y cuidados. La prudencia, la sensatez, el sentido común nunca salen sobrando a la hora de conducir una familia o una nación. 

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