sábado, 29 de mayo de 2021

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 210530

El dogma de la Santísima Trinidad puede parecer un concepto complicado, algo que es mejor dejado a los doctos teólogos. Pero no es así. Puede ser muy práctico para nuestras vidas. Por ejemplo, vemos lo que el Segundo Concilio Vaticano escribió. En los números 2 al 4 de su Constitución dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium), el Concilio encuentra en la Trinidad no sólo la fuente de la Iglesia, la cual es un misterio del amor divino y no meramente una "sociedad perfecta", sino también un modelo de lo que la Iglesia debe ser. Es más, el Papa Francisco ha propuesto, en repetidas ocasiones, que la Trinidad es un programa por la interrelación entre Dios, los seres humanos, y la creación entera: como en la Trinidad, nuestras relaciones deben caracterizarse por la solidaridad, el respeto por la diferencia, y la igualdad.

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