sábado, 1 de mayo de 2021

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210502

 

En nuestra época, cualquiera de nosotros podría pasar todo un día sin tener contacto directo con otras personas. Cada vez se está volviendo más fácil comprar cosas, pagar cuentas, preparar comida y comerla y, a fin de cuentas, vivir la vida de una manera completamente solitaria y aislada. No sorprende que tal individualismo haya infectado la vida cristiana. Hay los que creen, por ejemplo, que la cima de la fe cristiana no es más que una relación totalmente individual, interior y sentimental con Dios. De acuerdo con esta actitud, no importa lo que hacemos con los demás si mantenemos viva nuestra relación personal con Jesús. ¡Pero, no se puede ser cristiano sin los demás! Somos cristianos gracias a las palabras, acciones y testimonios de los demás y tenemos que seguir siendo cristianos con los demás, viviendo como una comunidad.

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