En la iglesia primitiva, varios teólogos cristianos ponderaron
el bautismo del Señor. Jesús no se manchó por el pecado, no tenía que ser
iniciado en la Iglesia y no necesitaba otros dones del sacramento del bautismo.
Entonces, ¿por qué se bautizó? Algunos contestaron que lo hizo para bendecir el
agua y consagrarla para que pudiera usarse durante el ritual del bautismo. En
nuestros días, el agua ha dejado a ser algo sagrado. Es desperdiciada y
contaminada por muchos. Pero de acuerdo con las Naciones Unidas, a 2.2 mil
millones de personas les falta agua potable; 90% de los desastres naturales
tiene que ver con el agua y existe una crisis mundial de este vital líquido.
Debemos hacernos más responsables hacia el recurso natural que el Padre mismo
ha escogido para el bautismo de su Hijo.
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