La evangelización es una tarea difícil. Es natural que
utilicemos los medios de comunicación actual como una ayuda de gran valor. De
hecho, los cristianos probablemente siempre han utilizado los medios de cada
época para comunicar a los demás su mensaje de salvación: los cristianos
antiguos utilizaron el papiro y el pergamino para escribir los evangelios, los
del siglo XX utilizaron la radio y la televisión para predicar y celebrar la
misa. Sin embargo, es preciso utilizar con cautela y sabiduría estos medios. No
debemos adoptar todos los valores que, en el mundo de tecnología, los dirigen.
En particular, tenemos que evitar la mercadotecnia capitalista que presenta su
mercancía en términos desproporcionadamente positivos, intenta crear cierta
dependencia emocional de ella y absolutiza el consumismo. ¡Los medios no deben
traicionar el mensaje!
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