En su encíclica sobre la fraternidad y la amistad social, Fratelli
tutti (promulgada el 3 de octubre de 2020), el Papa Francisco lamenta la
tendencia del mundo actual de fracturar los lazos que deben existir entre las
personas, desde las guerras que destruyen la unidad entre las naciones al fin
de la conciencia histórica que derrite los vínculos con el pasado, hasta la
mentalidad de rechazo que descarta a los ancianos y otros que no tienen valor
en una economía mundial capitalista. Según el Papa, hay que trabajar duro para
contrarrestar esta tendencia de cierre, buscando especialmente el diálogo, que
incluye la voluntad de acercarse a los demás, expresarse sinceramente, escuchar
a los demás, intentar a comprender, y buscar puntos de contacto (n. 198). La
finalidad es el gran lazo entre seres humanos que Francisco denomina la
fraternidad universal.
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