Entre los pensadores cristianos hay una larga historia de reflexión sobre la Trinidad. Desde los padres apologéticos, como San Justino Mártir (ca. 100 - 165), que utilizaron metáforas naturales para expresarla (la Trinidad es como una luz [el Padre] que brilla con un rayo [el Hijo] y crea un resplandor [el Espíritu] ); pasando por la Edad Media y teólogos, como Santo Tomás de Aquino (1224-1275), que utilizaron categorías lógicas como la relación para capturar su esencia, hasta los pensadores modernos que la han relacionado con la historia humana y el medio ambiente, los pensadores cristianos han intentado expresar la Trinidad con precisión racional. Sin embargo, no debemos olvidarnos de la belleza de la Trinidad, como la encontramos en las lecturas bíblicas de hoy (Éx 34, 4-6. 8-9; Dn 3; 2 Cor 13,11-13; Jn 3, 16-18). La hermosura puede demostrar la credibilidad de nuestra fe trinitaria de una manera eficaz y placentera.
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