lunes, 16 de julio de 2012

El poder de la fe.




Texto bíblico (Mt 9, 20–22)
Entonces de le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: «Con sólo tocar su manto, quedaré curada». Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: «Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado». Y desde ese instante la mujer quedó curada.

Reflexión
Gestos populares: tocar una imagen, encender una vela, rezar interminables monótonas avemarías, caminar detrás de un estandarte… puede llegar a ser supersticioso y mecánico, pero Jesús ve más allá de lo gestos, y esto lo conmueve siempre: “Hija, ¡qué grande es tu fe! Tu fe te ha salvado” 

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