Texto
bíblico (Sal 59, 2-5)
Líbrame de mis enemigos, Dios mío, defiéndeme de los que
se levantan contra mí; líbrame de los que hacen el mal y sálvame de los hombres
sanguinarios. Mira cómo me están acechando: los poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni
pecado de mi parte, Señor, sin culpa mía, se disponen para el ataque. Despierta,
ven a mi encuentro y observa,
Reflexión
Escúchanos,
Señor, y sálvanos. En estas palabras se resume el clamor de una persona o de
todo un pueblo que pide loa protección de Dios contra sus enemigos y perseguidores.
En los momentos difíciles, cuando te sientas amenazado o pases por penurias y
pruebas, acuérdate de Jesucristo e invócalo con mucha confianza. Él es nuestro
Salvador.
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