viernes, 31 de octubre de 2014

DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE 2014 Conmemoración de todos los Fieles Difuntos



DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE 2014

Conmemoración de todos los Fieles Difuntos



PASAR DE LA MUERTE A LA VIDA

Sb 3,1-9; 1 Jn 3,14-16; Mt 25,31-46

Los testigos que suscriben la Primera carta de Juan no se andan por las ramas, hablan con un lenguaje directo y profundo. Han vivido una experiencia honda: el paso de la muerte a la vida verificado en el amor a los hermanos. Esa declaración no es retórica, sino confesión sincera. Habiendo experimentado el amor de Dios en la entrega de su hijo Jesús, esos cristianos se disponen a amar a los hambrientos, pobres y forasteros que encuentran en su camino. La esencia de la espiritualidad cristiana según el Evangelio de san Mateo, gira en torno del reconocimiento del rostro de Cristo presente en las personas que aparentemente no lo reflejarían: los enfermos, los hambrientos y encarcelados están tan lastimados y en ocasiones tan resentidos, que resulta necesario hacer un esfuerzo extraordinario para reconocer los rasgos amorosos de Jesús en tales personas. Las pruebas que supera el justo en el libro de la Sabiduría, resultan más llevaderas para quienes hemos conocido el amor de Cristo.


PRIMERA MISA


ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)


Así como Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con Él. Y así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA


Escucha, Señor, benignamente nuestras súplicas, y concédenos que al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la resurrección de tus hijos difuntos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


Primera Lectura


Monición.- La primera lectura expone el tema de la retribución después de la muerte. Ante el aparente triunfo del mal, el justo debe confiar en la justicia de Dios.


Los aceptó como un holocausto agradable.


Del libro de la Sabiduría: 3, 1-9


Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial


Del salmo 26 R/. Espero ver la bondad del Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.

Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.

Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera a tu siervo. R/.

La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R/.



Segunda lectura


Monición.- La primera carta de Juan nos dice que la evidencia de haber pasado de la muerte a la vida es que nos amamos los unos a los otros. Porque el amor es la característica principal de la familia de Dios.


Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, por que amamos a nuestros hermanos.


De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16


Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Mt 25, 34) R/. Aleluya, aleluya.

Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.

Vengan, benditos de mi Padre.



Evangelio


Monición.- El evangelio de Mateo nos presenta el juicio que Dios hace a las naciones: aquellas que hayan mostrado misericordia y amabilidad a sus discípulos serán bendecidas; y aquellas que no lo hicieron serán condenadas.


Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?'. Y Él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.



PLEGARIA UNIVERSAL


Al Dios del amor y de la vida, en quien creemos y confiamos, le presentamos ahora nuestras peticiones. Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que demos testimonio de la vida y la esperanza de Jesús en medio de nuestro mundo. Oremos.

Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios los llene de su amor, y a nosotros nos dé consuelo y paz. Oremos.

Por todos los difuntos, especialmente los que han muerto en el último año. Que gocen de la plenitud de la vida con Jesús resucitado. Oremos.

Por todos nosotros. Que vivamos cada día siguiendo a Jesús, que es el camino, la verdad y la vida. Oremos.

Escucha, Padre, las intenciones que te hemos presentado por Cristo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te sean gratas, Señor, nuestras ofrendas, para que tus fieles difuntos sean recibidos en la gloria con tu Hijo, a quien nos unimos por este sacramento de su amor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I-V de difuntos.



ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)


Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.



ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Te rogamos, Señor, que tus fieles difuntos, por quienes hemos celebrado este sacrificio pascual, lleguen a la morada de la luz y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.



Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

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