XXVII DOMINGO ORDINARIO Ciclo A
5 de octubre 2014
LO QUE VIERON EN MÍ
Is 5, 1-7; Flp 4, 6-9; Mt 21, 33-43
De viñas y viñadores nos hablan las dos lecturas. Es un
símbolo familiar para la cultura hebrea y por eso mismo, reaparece en numerosos
libros bíblicos. El pueblo de Israel es comparado con una viña; los dirigentes
son los viñadores. Tanto en Isaías como en el Evangelio de san Mateo el
veredicto es el mismo: la ineficacia y el abuso de poder fueron la nota
característica. Tal como lo refiere el canto profético de la viña: Dios
esperaba justicia y derecho, es decir, bienes que no lo favorecerían a Él, sino
a su pueblo. Sin embargo, tales frutos no aparecieron por ninguna parte, pues
lo que prevaleció fue la violencia y la injusticia. Dios no se cruza de brazos,
al contrario, una y otra vez envía emisarios para exigir una rendición de
cuentas. Cuando el empecinamiento de los viñadores es desmedido, Dios toma la
decisión definitiva: despoja del encargo a los viñadores ineficaces.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Est 4, 17)
En tu voluntad, Señor, está puesto el universo, y no hay
quien pueda resistirse a ella. Tú hiciste todo, el cielo y la tierra, y todo lo
que está bajo el firmamento; tú eres Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de
tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama
sobre nosotros tu misericordia para que libres nuestra conciencia de toda
inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Monición.-
El cántico de la viña es una bella composición poética
extraída del libro del profeta Isaías que alaba el amor y la solicitud de un
propietario por su viña. Hay que prestar mucha atención a esta lectura porque
es el trasfondo literario y teológico del texto evangélico que escucharemos
hoy.
Del libro del profeta Isaías: 5, 1-7
Voy a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su
viña. Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las
piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un
lagar. Él esperaba que su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias.
Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo
les ruego, sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que
yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio
agrias?
Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le
quitaré su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La
convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en
ella los abrojos y las espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.
Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa
de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida. El Señor esperaba
de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; él
esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Salmo responsorial
Del salmo 79
R/. La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor, tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a
los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus
brotes llegaban hasta el río. R/.
Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que
puedan saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las
bestias del campo, destrozarla? R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu
viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo
cultivaste. R/.
Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y
alabaremos tu poder. Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos con
bondad y estaremos a salvo. R/.
Segunda lectura
Monición.-
Estamos leyendo como segunda lectura la carta de Pablo a
los filipenses, una carta llena de simpatía y afecto. Hay en esta carta una
serie de recomendaciones relacionadas con actitudes que deben ser
características de los cristianos.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4,
6-9
Hermanos: No se inquieten por nada; más bien presenten en
toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de
gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus
corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero
y noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo
que sea virtud y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y
recibido de mí, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la
paz estará con ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que
vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/.
Evangelio
Monición.-
Si pusiste atención a la primera lectura, pudiste
entender qué significa la viña en el Antiguo Testamento, podrás captar mejor la
parábola de Jesús con todo el eco que tenía para sus oyentes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a
los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez un propietario que
plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una
torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados
para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de
los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió
de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del
mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi
hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a
otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'.
Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?" Ellos le respondieron: "Dará muerte
terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le
entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la
Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.
Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el
Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos nuestras plegarias al Padre, confiados en que
nos escucha y nos ama.
Después de cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.
Para que la Iglesia dé los frutos de fe y amor que Dios
espera. Oremos.
Para que quienes no creen en Jesucristo puedan descubrir
la alegría del Evangelio. Oremos.
Para que los gobernantes de las naciones fomenten la
concordia y las buenas relaciones entre los pueblos. Oremos.
Para que este ciclo agrícola que inicia, dé abundantes
frutos y beneficie a los campesinos. Oremos.
Para que se termine el negocio de la fabricación y venta
de armas. Oremos.
Para que encontremos cada día más el gusto en la oración
y la relación personal con Dios. Oremos.
Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido, y haz de
nuestras vidas un fiel testimonio de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que tú mismo nos mandaste
ofrecer, y, por estos sagrados misterios, que celebramos en cumplimiento de
nuestro servicio, dígnate llevar a cabo en nosotros la santificación que
proviene de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lm 3, 25)
Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos
que lo buscan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente, saciados con este alimento y bebida
celestiales, concédenos ser transformados en aquel a quien hemos recibido en
este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Quienes realizamos la
función de ser transmisores de valores o educadores de las generaciones
jóvenes, estamos metidos en un asunto de congruencia y credibilidad. La
conclusión que el apóstol san Pablo comparte a los cristianos de Filipos es
exigente: "lo que aprendieron, y recibieron, y oyeron, y vieron de mí o en
mí, eso llévenlo a la práctica". Simplemente y sencillamente yo no podría
afirmarlo de manera creíble delante de mis hijos. Me conocen al dedillo y saben
que se interpone una cierta brecha, que a veces se ensancha y a veces se
acorta, entre mi proceder y mi decir. La toma de conciencia de ese desfase no
es motivo de orgullo, al contrario es "una piedra en el zapato" que
me estimula a ser congruente, para no convertirme en un remedo de los viñadores
perversos, que abusaron de su función como administradores y usaron del poder
para beneficio personal.
Fuente: http://www.laverdadcatolica.org
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