DOMINGO XXXIII DEL
TIEMPO ORDINARIO Ciclo A
Domingo 19 de
noviembre 2017
LOS ADMINISTRADORES
PRODUCTIVOS
El final del libro
de los Proverbios es un elogio de la esposa emprendedora, que sabe proveer de
recursos a su familia, que acarrea prestigio a su marido y que no se contenta
con quedarse encerrada entre cuatro paredes en su casa, sino que juzga con sabiduría,
es solidaria y por eso, socorre al necesitado. No se piense que es una mujer
codiciosa que sólo tiene ojos para la ganancia. Es emprendedora sin duda
alguna, pero ofrece condiciones dignas a sus sirvientes (todos llevan trajes
forrados para el invierno) y más que nada, es una mujer que respeta al Señor.
Este poema alfabético es un elogio redondo de la mujer ideal. El Evangelio nos
presenta un relato realista que retrata distintas actitudes ante el uso de los
bienes. Dios entrega a cada persona distintos dones y habilidades, que cada uno
va haciendo producir con mayor o menor destreza. Lo único reprobable es
quedarse cruzado de brazos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Jr 29, 11. 12. 14
Yo tengo designios
de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me invocarán y yo los escucharé
y los libraré de la esclavitud donde quiera que se encuentren.
GLORIA
Gloria a Dios en el
cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te
alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor
Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero
de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que
estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú
eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor,
Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio porque la profunda y verdadera
alegría está en servirte siempre a ti, autor de todo bien. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA
Trabaja con sus
hábiles manos.
Del libro de los
Proverbios: 31, 10-13. 19-20. 30-31
Dichoso el hombre
que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor.
Su marido confía en
ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará
bienes y no males. Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos.
Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y
las tiende al desvalido.
Son engañosos los
encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es
digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 127, 1-2.
3. 4-5.
R/. Dichoso el que
teme al Señor.
Dichoso el que teme
al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le
irá bien. R/.
Su mujer como vid
fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de
su mesa. R/.
Ésta es la bendición
del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que
veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida". R/.
SEGUNDA LECTURA
Que el día del Señor
no los sorprenda como un ladrón.
De la primera carta
del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5,1-6
Hermanos: Por lo que
se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no
necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que
el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté
diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!", de repente vendrá
sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los
dolores del parto, y no podrán escapar.
Pero a ustedes, hermanos,
ese día no los tomará por sorpresa, como un ladrón, porque ustedes no viven en
tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las
tinieblas. Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien,
mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente.
Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL
EVANGELIO Jn 15, 4. 5
R/. Aleluya,
aleluya.
Permanezcan en mí y
yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante. R/.
EVANGELIO
Porque has sido fiel
en cosas de poco valor, entra a tomar parte en la alegría de tu señor.
Del santo Evangelio
según san Mateo: 25, 14-30
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se
parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a
sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco
millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y
luego se fue.
El que recibió cinco
millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió
dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón hizo un
hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho
tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el
que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo: 'Señor,
cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado'.
Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en
cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en
la alegría de tu señor'.
Se acercó luego el
que había recibido dos millones y le dijo: 'Señor, dos millones me dejaste;
aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te
felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor,
te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu
señor'.
Finalmente, se
acercó el que había recibido un millón y le dijo: 'Señor, yo sabía que eres un
hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no
has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí
tienes lo tuyo'.
El señor le
respondió: 'Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y
recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el
banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón
y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al
que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. Y a este hombre inútil,
échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación' ".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo
Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible
y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido
del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero
de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación
bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos,
al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones,
digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor,
el único que puede inspirar y llevar a término los buenos propósitos,
multiplique el número de fieles que, abandonando todas las cosas, se consagren
exclusivamente a él en la vida religiosa, roguemos al Señor.
Para que Dios, al
que han de servir los poderes humanos, conceda a los jefes de las naciones,
buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión y
acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.
Para que Dios, que
ha creado los alimentos para los seres vivos, mire con misericordia a las
creaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento
necesario, roguemos al Señor.
Para que el Señor,
que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a
nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver bien por mal, roguemos
al Señor.
Dios nuestro, que
has confiado al hombre los bienes de la creación y de la gracia, escucha
nuestras oraciones y haz que nuestro trabajo multiplique los dones que tu
providencia ha puesto a nuestra disposición; que siempre estemos atentos y en
vela, mientras esperamos el regreso de tu Hijo, de manera que podamos
alegrarnos de que en el último día nos llame servidores fieles y cumplidores,
buenos y de toda confianza, y entremos así en el gozo de tu reino. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Concédenos, Señor,
que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos obtengan la gracia de vivir
entregados a tu servicio y nos alcancen, en recompensa, la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA
COMUNIÓN Sal 72, 28
Mi felicidad
consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.
PREFACIO
Prefacio I
Restauración
universal en Cristo
En verdad es justo y
necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor, a
quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos
todos. El cual, siendo Dios, se anonadó a sí mismo y, por su sangre derramada
en la cruz, puso en paz todas las cosas. Y así, constituido Señor del universo,
es fuente de salvación eterna para cuantos creen en Él. Por eso, con los
ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
ORACIÓN DESPUÉS DE
LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor,
el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu
Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra
caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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