UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
Los mexicanos formamos un país con
posibilidades de vivir de manera más justa y digna. Somos la décima cuarta
economía del mundo, podemos organizarnos más inteligentemente para acrecentar
nuestras fuentes de empleo, asegurando salarios mejores que acrecienten nuestro
poder adquisitivo y generen una derrama de empleo y de productividad que, nos
permita ser menos vulnerables a las amenazas o decisiones de los vecinos del
norte. El perfil de la mujer hacendosa nos ratifica que la verdadera sabiduría
bíblica no está reñida con la creación de riqueza ni con la mejor repartición
de la misma. El relato mismo del Evangelio (Mateo: 25, 14-30) no solamente
habla de talentos espirituales. El Señor Jesús sabía también de las buenas
inversiones, por eso reprende al empleado negligente, que ni siquiera fue capaz
de invertir sus recursos. Basta de quejamos de lo que planean o hacen nuestros
vecinos. Ciertamente tenemos muchos problemas jurídicos, sociales y económicos,
pero afortunadamente, también podernos activarnos y hacernos más responsables
de nuestro destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario