DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 21 de enero 2018
LA ENMIENDA Y EL CAMBIO DE VIDA
Tanto el relato del profeta Jonás como el pasaje inaugural del
Evangelio de san Marcos nos proponen la conveniencia de vivir un proceso de
cambio personal. La prédica de Jonás es acogida por el rey de Nínive, quien
anima esperanzadamente a sus súbditos a ayunar y a convertirse de su conducta
injusta, a fin de alcanzar el perdón de Dios. La sensatez y la ejemplaridad del
rey salvan al pueblo de la catástrofe. Estamos ante un cambio de actitudes
motivado por la amenaza del castigo. Un gesto más hondo y exigente encontramos
en la predicación inicial del Señor Jesús: no se trata de propagar amenazas ni
sembrar el pánico religioso. Al contrario, se trata de creer en la inminente
cercanía de una oferta de perdón sin condiciones por parte de Dios, que implica
quitarse la estrechez mental para acogerla: urge cambiar la mentalidad para
recibir tan grata noticia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al
Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y
majestad.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos
agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda
clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los habitantes de Nínive se arrepintieron de su mala conducta.
Del libro del profeta Jonás: 3, 1-5.10
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo:
"Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje
que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor.
Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás
caminó por la ciudad durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días
Nínive será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de
sayal, grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su
mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado
imponerles.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina.
Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor
y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el
sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus
caminos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Este mundo que vemos es pasajero.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 7, 29-31
Hermanos: Les quiero decir una cosa: el tiempo apremia. Por lo tanto,
conviene que los casados vivan como si no lo estuvieran; los que sufren, como
si no sufrieran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que
compran, como si no compraran; los que disfrutan del mundo, como si no
disfrutaran de él; porque este mundo que vemos es pasajero.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mc 1, 15)
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse y crean en
el Evangelio. R/.
EVANGELIO
Arrepiéntanse y crean en el Evangelio.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1,14-20
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea
para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el
Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y
a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús
les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres".
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que
estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la
barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el
destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su
pueblo:
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán
el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus
faltas y pecados, roguemos al Señor.
Por los que gobiernan las naciones para que trabajen con interés y
constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a fin de que reine entre
ellos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que
Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males, roguemos al Señor.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda
perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en Cristo, el Verbo eterno, nos has dado la plenitud
de tu palabra, escucha la oración de la Iglesia y haz que sintamos la urgencia
de convertirnos a ti y de adherirnos con toda el alma al Evangelio, para que
toda nuestra vida anuncie a los que dudan y viven alejados al único Salvador de
los hombres, Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de
que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33,6
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante
de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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