sábado, 6 de enero de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180107



20180107 UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Dios Padre se espejea en su Hijo Jesús. Efectivamente, la vida entera de Jesucristo se encuadra como una existencia libre y generosamente dedicada a honrar al Padre, amándolo en los hijos más pequeños y necesitados. Dios Padre ama tanto a sus hijos, que nos envía a su Hijo. El Señor Jesús reflexiona sobre las implicaciones de ese amor y decide amarnos como el Padre nos ama. Los creyentes, los padres de familia y cuantos pretendemos ser educadores en la fe, hemos de entender que no hay otra pedagogía ni otro encuadre que el de la congruencia y la ejemplaridad. El Hijo vive como vive el Padre y nos urge a vivir como él vivió. Saldremos de esta crisis de credibilidad y de autoridad, cuando nos acostumbremos a vivir en sana congruencia entre el decir y el obrar. Nos corresponde continuar la obra buena que Dios comenzó en nuestro Bautismo: vivir como lo que somos, hijos del Padre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario