TAMPOCO YO TE CONDENO
Si conjuntamos el fragmento del profeta Isaías con
el cuarto Evangelio podemos encontrar una clave de lectura para una mejor
interpretación de ambos pasajes. En primer lugar, el Señor anuncia que
realizará algo nuevo, que no será la simple repetición de las proezas antiguas
cumplidas en Egipto. Ahora Dios animará a los israelitas a proclamar y vivir su
fe en la adversidad: ya no tendrán independencia política, ni reyes
victoriosos. No obstante, tendrán que vivir conforme a la voluntad de Dios,
aunque estén sometidos a las burlas y la presión de los pueblos vecinos. En el
relato del Evangelio también aparece la novedad: el Señor Jesús regala, sin
condiciones, el perdón a la mujer adúltera. Con esta actitud rebasa el estrecho
camino de la justa retribución, tan querida a los viejos que acusaban a la
mujer y establece el camino de la misericordia y la responsabilidad ("no
vuelvas a pecar").
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra
gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y
mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu
auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo,
por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo yes Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo realizaré algo nuevo y daré de beber a mi
pueblo.
Del libro de1profeta Isaías: 43, 16-21
Esto dice el Señor, que abrió un camino en el mar y
un sendero en las aguas impetuosas, el que hizo salir a la batalla a un
formidable ejército de carros y caballos, que cayeron y no se levantaron, y se
apagaron como una mecha que se extingue:
"No recuerden lo pasado ni piensen en lo
antiguo; yo voy a realizar algo nuevo. Ya está brotando. ¿No lo notan? Voy a
abrir caminos en el desierto y haré que corran los ríos en la tierra árida. Me
darán gloria las bestias salvajes, los chacales y las avestruces, porque haré
correr agua en el desierto, y ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo
escogido. Entonces el pueblo que me he formado proclamará mis alabanzas".
Palabra de Dios Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio,
creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces
la lengua de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían:
"¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres,
pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto,
cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán
aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al
regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo lo considero como basura, con tal de
asemejarme a Cristo en su muerte.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses:
3, 7-14
Hermanos: Todo lo que era valioso para mí, lo
consideré sin valor a causa de Cristo. Más aún pienso que nada vale la pena en
comparación con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi
Señor, por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con
tal de ganar a Cristo y de estar unido a él, no porque haya obtenido la
justificación que proviene de la ley, sino la que procede dela fe en Cristo
Jesús, con la que Dios hace justos a los que creen.
Y todo esto, para conocer a Cristo, experimentarla
fuerza de su resurrección, compartir sus sufrimientos y asemejarme a él en su
muerte, con la esperanza de resucitar con él de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que
sea ya perfecto, pero me esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me ha
conquistado. No, hermanos, considero que todavía no lo he logrado. Pero eso sí,
olvido lo que he dejado atrás, y me lanzo hacia adelante, en busca de la meta y
del trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo.
Palabra de Dios Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO JI 2, 12-13
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí
de todo corazón, porque soy compasivo y misericordioso. R/.
EVANGELIO
Aquel de ustedes que no tenga pecado. que le tire
la primen; piedra.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los
Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le
acercaba; y él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una
mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron:
"Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés
nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?".
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder
acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo.
Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes
que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y
siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron
a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron
solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó:
"Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?".
Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo
te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo
y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a
los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, amados hermanos, y pidamos la misericordia
del Señor para que, compadecido de su pueblo penitente, escuche nuestras
plegarias: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la
muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al
Señor.
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz
por quienes lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores,
roguemos al Señor.
Para que el Redentor de mundo, que experimentó en
la cruz el sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé
fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus
siervos, que en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz,
nos reconforte con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Dios de bondad, que quieres renovar en Cristo el
universo entero, contempla nuestra miseria y, puesto que enviaste a tu Hijo al
mundo no para condenarlo, sino para salvarlo, escucha nuestras oraciones,
perdona nuestras culpas y haz que renazca en nuestros corazones la alegría de
una vida nueva y exultante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus
siervos, en quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar
purificados, por la eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio V de Cuaresma
El camino del éxodo en el desierto Cuaresmal
En verdad es justo bendecir tu nombre, Padre rico
en misericordia, ahora que, en nuestro itinerario hacia la luz pascual,
seguimos los pasos de Cristo, maestro y modelo de la humanidad reconciliada en
el amor. Tú abres a la Iglesia el camino de un nuevo éxodo a través del
desierto cuaresmal, para que, llegados a la montaña santa, con el corazón
contrito y humillado, reavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianza,
convocado para bendecir tu nombre, escuchar tu palabra, y experimentar con gozo
tus maravillas. Por estos signos de salvación, unidos a los ángeles, ministros
de tu gloria, proclamamos el canto de tu alabanza:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 10-11
¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo
tampoco te condeno. Ya no vuelvas a pecar.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos
contarnos siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de
comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones
de tu misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo
mueves a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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