Pedro y Magdalena ocupan un lugar decisivo en cada uno de los relatos.
En la narración evangélica Magdalena supera el llanto y el desconsuelo inicial
al constatar la desaparición del cuerpo del Señor Jesús; al identificar la voz
del Maestro que la llama con su inconfundible timbre de voz, María rehace su
ruta interior, da un giro de 180 grados en su vida y reconstruye su confianza
en el Señor resucitado. La mujer que sale del sepulcro y comparte su esperanza
no se parece a la mujer llorosa del comienzo. Por su parte, el libro de los
Hechos de los Apóstoles nos refiere el testimonio animoso del apóstol Pedro,
quien, habiendo superado la penosa situación de su fingida ignorancia del
Maestro, habla contundentemente de la victoria del Señor Resucitado: "Lo
mataron colgándolo de un madero, pero Dios lo resucito al tercer día".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 138, 18. 5-6
He resucitado y estoy contigo, aleluya: has puesto tu mano sobre mí,
aleluya: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos
has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la
solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida
eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Hemos comido y bebido con Cristo resucitada
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34.37-43
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Ya saben ustedes
lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo
predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de
Nazaret y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.
SECUENCIA
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 105 5, 7-8
R. Aleluya, aleluya.
Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la
Pascua. R/.
EVANGELIO
Él debía resucitar de entre los muertos.
Del santo Evangelio según san Juan: 20,1-9
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María
Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó acorrer,
llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban
corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó
primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero
no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el
sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había
estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino
doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había
llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían
entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los
muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Llenos de gozo por la santa Resurrección del Señor, purificados
nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia
al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha sido constituido Cabeza
de la Iglesia, pidámosle que, por su amor, conceda gozo y exultación a todos
los fieles que celebran su triunfo.
A Cristo, que, con su santa resurrección ha otorgado el perdón y la paz
a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la vida
conserven íntegramente los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha in-augurado la
resurrección universal, pidámosle que alegre el corazón de los hombres que aún
desconocen [los frutos de] su victoria y, con el anuncio evangélico, llene de
gozo a todos los pueblos y naciones.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría a los
pueblos, los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros
corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los C que sufren y lloran.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha alegrado al mundo
entero, pidámosle que renueve nuestro espíritu y nos conceda la esperanza firme
de compartir su triunfo y de resucitar con Él a una vida nueva.
Señor Jesucristo, que en el cielo eres glorificado por los ángeles y los
santos y en la tierra eres enaltecido y adorado por tu Iglesia, en esta fiesta
gloriosa de tu Resurrección, te pedimos que escuches nuestras plegarias y
extiendas tu diestra misericordiosa sobre este pueblo que tiene puesta toda su
esperanza en tu resurrección. Tú, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por
los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos, Señor, este
sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE PASCUA
El Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca (en esta noche) (en este día)
(en este tiempo), en que Cristo, nuestra
Pascua, fue inmolado. Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del
mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida. Por
eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 5, 7-8
Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos,
pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia,
para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPEDIDA
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz.
Aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
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