sábado, 28 de marzo de 2020

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200329



Aceptar la victoria de Jesucristo crucificado sobre la muerte es el centro de nuestra esperanza. Los discípulos de Jesús proclamaron dos certezas con la misma seguridad: la muerte en cruz y la resurrección de Jesucristo. La victoria de Jesús sobre la muerte es el signo de la fidelidad del Padre al Hijo obediente que se entrega sin fisuras por sus hermanos. Quienes vivan como Jesús vivió alcanzarán la vida plena. Aunque en el presente los cristianos vivamos en una cultura que parece cerrarse a la posibilidad de trascender hacia la vida plena, no estamos exentos de documentar de manera creíble nuestra esperanza. En la medida que seamos más libres de nuestras fiebres mundanas y de las realidades materiales, más estaremos transparentando nuestra esperanza en Cristo resucitado.


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