miércoles, 14 de septiembre de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220918

 

Para la fe cristiana, su relación con facetas de la vida no explícitamente religiosas, como la política y la economía, siempre ha sido una cuestión difícil. Han sido claramente rechazadas las posiciones extremas, como la condenación total del mundo material por grupos espiritualistas y el abrazo completo del poder temporal por el pensamiento teocrático. Pero parece que cada comunidad y persona tiene que buscar un equilibrio justo entre su fe y lo temporal. Es lo que sugiere el Concilio Vaticano II en su documento, Gaudium et spes: "se equivocan los cristianos que, pretextando que no tenemos aquí ciudad permanente consideran que pueden descuidar las tareas temporales El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época" (n. 43; véanse también nn. 36, 37, 39).

 

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