miércoles, 14 de septiembre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA 20220918

 


«Queriendo el Señor conducir a sus discípulos a la fe perfecta, dijo en el evangelio: El que no es honrado en lo menudo... ¿Qué es lo menudo? ¿Qué es lo importante? Lo menudo son los bienes de esta vida, que él prometió dar a los que creen en él, tales como el sustento, el vestido y otros subsidios corporales, como la salud y cosas por el estilo, ordenándonos taxativamente que no andemos agobiados por estas cosas, sino que esperemos confiadamente en él, pues Dios es la providencia de quienes a él se acogen, providencia segura y total. Lo importante son los dones de la vida eterna e incorruptible, que él pro- metió conceder a cuantos crean en él y a los que continuamente están pendientes de estas cosas y a él acuden en su demanda, porque así está ordenado: Ustedes... lo demás se os dará por añadidura. En estas cosas menudas y temporales se demostrará si uno cree en Dios, que prometió concedérnoslas, a condición sin embargo de que no andemos agobiados por tales cosas, sino que únicamente nos preocupemos de las realidades futuras y eternas. y quedará perfectamente asentado que uno cree en los bienes incorruptibles y busca de verdad los bienes eternos si conserva una fe sana en dichos bienes. En efecto, cada uno de los que aceptaron la palabra de verdad debe probarse a sí mismo y examinarse, o ser examinado y probado por maestros del espíritu, cuáles son las razones de su fe y cuáles las motivaciones de su entrega a Dios: debe sopesar si cree realmente y de verdad apoyado en la palabra de Dios, o si cree más bien inducido por la opinión que él se ha formado sobre la justificación y la fe» (Autor del siglo IV. Homilía 48, 1-6).

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