La Palabra de
Dios no es realmente escuchada si no empapa la cultura, entra en ella, y la
ayuda a producir una fe que la nutre y fecunda. Es cierto que la Palabra ya ha
sido inculturada en nuestra gente. Como observa Papa Francisco en Evangelii
gaudium, "una mirada de fe sobre la realidad no puede dejar de reconocer
lo que siembra el Espíritu Santo. Sería desconfiar de su acción libre y
generosa pensar que no hay auténticos valores cristianos donde una gran parte
de la población ha recibido el Bautismo y expresa su fe... de múltiples
maneras" (n. 68). Al mismo tiempo, tal inculturación tiene que
purificarse: el Evangelio debe curar tales debilidades como, por ejemplo,
creencias fatalistas o devociones individualistas. Pero es en la cultura
cotidiana de la gente donde la Palabra de Dios debe arraigarse para producir
mucho fruto.
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
jueves, 13 de julio de 2023
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230716
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