En 1991, cuando la Unión Soviética se disolvió, algunos proclamaron que la manera de vida de las potencias económicas y políticas del Occidente había triunfado y que, desde ese momento, existía un solo modo de pensar, una perspectiva válida, un pensamiento único. Esto es un ejemplo de cómo los poderosos intentan dominar a los demás, buscando imponer su manera de entender la vida como si fuera el sentido común. Los cristianos siempre debemos ser críticos acerca de estos intentos epistémicos, estos intentos de controlar nuestro modo de entender. Tenemos muchas herramientas que nos pueden ayudar a revelar la verdad de estos intentos y pensar según la manera de Dios, a saber, el don de la razón humana, una tradición eclesial de muchos siglos y mucha riqueza, nuestras comunidades con su sabiduría, nuestros líderes, y también la Palabra de Dios.
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