"SI TU HERMANO TE OFENDE”
Ez 33,7-9; Sal 94; Rom 13, 8-10; Mt 18,15-20
En su capítulo 18, Mateo empieza el cuarto gran discurso de Jesús.
Detalla algunas de las reglas que deben ayudar a la Iglesia a vivir de manera
recta durante el tiempo intermedio entre la muerte de Jesús y la consumación de
la historia. Son reglas que se basan, en parte, en el Antiguo Testamento (p.
ej. Deut 19, 15 y Ez 33,7-9) y también en el sentido común. Lo que
frecuentemente pasa inadvertido, sin embargo, es el concepto de pecado que las
guía. De acuerdo con éste, el pecado no es exclusivamente una ofensa contra
Dios. Es también una ofensa contra los seres humanos. De hecho, este capítulo
parece sugerir que los pecados son al mismo tiempo una ofensa contra Dios y
contra los seres humanos. El pecado destruye nuestra relación con Dios y
también entre nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137. 124
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso
con tu siervo.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la
filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amo, para que
todos los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Si no amonestas al malvado, te pediré cuentas de su vida.
Del libro del profeta Ezequiel: 33, 7-9
Esto dice el Señor: "A ti, hijo de hombre, te he constituido
centinela para la casa de Israel. Cuando escuches una palabra de mi boca, tú se
la comunicarás de mi parte.
Si yo pronuncio sentencia de muerte contra un hombre, porque es
malvado, y tú no lo amonestas para que se aparte del mal camino, el malvado
morirá por su culpa, pero yo te pediré a ti cuentas de su vida.
En cambio, si tú lo amonestas para que deje su mal camino y él no lo
deja, morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 94,1-2.6-7.8-9.
R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, él nuestro pastor y
nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón,
como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí,
aunque habían visto mis obras". R/.
SEGUNDA LECTURA
El cumplimiento pleno de la ley consiste en amar.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13, 8-10
Hermanos: No tengan con nadie otra deuda que la del amor mutuo, porque
el que ama al prójimo, ha cumplido ya toda la ley. En efecto, los mandamientos
que ordenan: "No cometerás adulterio, no robarás, no matarás, no darás
falso testimonio, no codiciarás" y todos los otros, se resumen en éste:
''Amarás a tu prójimo como a ti mismo", pues quien ama a su prójimo no le
causa daño a nadie. Así pues, el cumplimiento pleno de la ley consiste en amar.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos
confió el mensaje de la reconciliación. R/.
EVANGELIO
Si tu hermano te escucha, lo habrás salvado.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 15-20
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano
comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu
hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que
todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te
hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate
de él como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para
pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde
dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda a
nuestras peticiones. Digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la
unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al
Señor.
Por la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las
naciones, renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos
los pueblos la mutua comprensión, roguemos al señor.
Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error,
devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas
y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor.
Para que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de
nuestra vida y, después de la muerte, nos admite en el reino de la felicidad,
de la luz y de la paz, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que has prometido que el Padre del cielo escucharía
la plegaria de los que se reúnen en tu nombre, danos un espíritu y un corazón
nuevo, para que, amándonos los unos a los otros, cumplamos de verdad tu ley.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos
honrar de tal manera, con estos dones, tu majestad, que, al participar en estos
santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Alabanza a Dios por la creación y la redención del hombre
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Pues por medio de tu amado Hijo, eres el creador del género humano y
también el autor bondadoso de la nueva creación. Por eso, con razón te sirven
todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos y unánimes te
bendicen tus santos. Con ellos, también nosotros, a una con los ángeles,
cantamos tu gloria gozosos diciendo:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 41, 2-3
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te
busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas con tu
palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal manera tan grandes dones
de tu Hijo amado, que merezcamos ser siempre partícipes de su vida. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
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