viernes, 4 de julio de 2025

Evangelio del 5 de julio 2025 Mateo 9, 14-17

 



En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?" Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán.

Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande la rotura. Nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan".

 

Reflexión

 

El ayuno siempre ha tenido el sentido de "privación" y de "renuncia". Veamos hoy el aspecto de la privación. Ayunar consiste, esencialmente, en privarnos del alimento (origen de la palabra), pero en general es referido a cualquier clase de privación.

En este pasaje, Jesús busca redimensionar esta práctica religiosa. ¿Cuál es el sentido del ayuno? Esencialmente: hacerle espacio a Dios en nuestra vida y en nuestro corazón.

Desgraciadamente, en la Iglesia, le hemos dado al ayuno el sentido que tenía para los discípulos de Juan y los fariseos: simplemente una práctica religiosa. Busca oportunidades cada día para ayunar de las cosas que le quitan espacio a Dios en tu vida, para que le permitas a Dios llenar todas las áreas de tu vida y dirigirlas. Y tú, ¿eres odre nuevo?

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