viernes, 28 de febrero de 2014

LECTURAS DOMINGO OCTAVO TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2 DE MARZO 2014


LECTURAS DOMINGO OCTAVO TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2 DE MARZO 2014

Primera lectura

Monición
La primera lectura de hoy es del profeta Isaías, lectura que podríamos decir es toda una expresión que nunca volveremos a encontrar en el Antiguo Testamento. Dios se nos revela como una madre, expresión que fue transferida por el apóstol San Juan a la idea de la paternidad de Dios, porque Dios no tiene sexo. Aunque en su simplicidad infinita nos hable con las limitaciones de este. Es una expresión profunda, íntima y expresiva de la ternura y amor divinos.

Lectura del libro del profeta Isaías     49, 14-15
Sion decía: «El Señor me abandonó,
mi Señor se ha olvidado de mí».
¿Se olvida una madre de su criatura,
no se compadece del hijo de sus entrañas?
¡Pero aunque ella se olvide,
yo no te olvidaré!


SALMO     
Sal 61, 2-3. 6-7. 8-9b (R.: 2a)

R. Sólo en Dios descansa mi alma.
Sólo en Dios descansa mi alma,
de Él me viene la salvación.
Sólo él es mi Roca salvadora;
Él es mi baluarte: nunca vacilaré. R.

Mi salvación y mi gloria
están en Dios:
Él es mi Roca firme,
en Dios está mi refugio. R.

Confíen en Dios constantemente,
ustedes, que son su pueblo,
desahoguen en Él su corazón,
porque Dios es nuestro refugio. R.


Segunda lectura

Monición
En la lectura de hoy el apóstol nos señala que el evangelizador no es inventor o descubridor de una nueva teoría, sino simplemente administrador de los misterios de Dios. Por eso siempre habrá de estar a la escucha, esperando  ese roció constante de lo alto, expresando con esto que no suplanta a Cristo, sino que es un siervo suyo, y lo que se busca en él es que sea fiel.


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto     4, 1-5

    Hermanos:
    Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.
    En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo. Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor. Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.
 

ALELUYA     Heb 4, 12

Aleluya.
La Palabra de Dios es viva y eficaz;
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Aleluya.


EVANGELIO

Monición
En el evangelio de hoy el Señor nos dice que la competencia de Dios no es el prójimo, sino el dinero, convirtiéndose en ídolo, acaparando así la adoración del corazón. Utilizando una serie de imágenes, tomadas de la vida de la naturaleza, nos impulsa a poner toda nuestra confianza en Dios. Por lo tanto, debemos descartar de la vida la preocupación-angustia, lo que nos repite cuatro veces en este texto.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     6, 24-34

    Dijo Jesús a sus discípulos:
    Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
    Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
    Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
    ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
    No se inquieten entonces, diciendo: « ¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?» Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
 

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