AUNQUE UN MUERTO RESUCITE
El rico que nos presenta san Lucas vive
fastuosamente. Los israelitas ricos de Samaria se regalan una serie de lujos
inalcanzables para la mayoría de sus vecinos. Lo que vuelve más insoportable
esa situación es la indiferencia ante la desastrosa situación en que viven sus
prójimos. El profeta Amós muestra que los que nadan en la opulencia no quieren
compadecerse del desastre de José. La mayoría del pueblo no tenía acceso a la
comida y al vestido, mientras que los gobernantes disponían de camas de marfil
importado y banqueteaban a diario. En idéntica situación se encontraba el pobre
Lázaro Entre el rico y el pobre del Evangelio parecía no haber mucha distancia
geográfica, en cambio había una enorme distancia afectiva. Esa misma distancia
es la que nos documenta al final la parábola cuando dice que entre Lázaro y el
rico existe un abismo inmenso.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es
verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus
mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa
misericordia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera
admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu
gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos
hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes, los que lleven una vida disoluta, irán al
destierro.
Del libro del profeta Amós: 6, 1. 4-7
Esto dice el Señor todopoderoso: "¡Ay de
ustedes, los que se sienten seguros en Sión y los que ponen su confianza en el
monte sagrado de Samaria! Se reclinan sobre divanes adornados con marfil, se
recuestan sobre almohadones para comer los corderos del rebaño y las terneras
en engorda. Canturrean al son del arpa, creyendo cantar como David. Se
atiborran de vino, se ponen los perfumes más costosos, pero no se preocupan por
las desgracias de sus hermanos. Por eso irán al destierro a la cabeza de los
cautivos y se acabará la orgía de los disolutos". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10
R/. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor es siempre fiel a su palabra, yes quien
hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al
cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al
agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los
planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina
por siglos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cumple todo lo mandado, hasta la venida de nuestro
Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a
Timoteo: 6, 11-16
Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de
rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate
de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que
hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas
las cosas, y de Cristo Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio
Pilato, te ordeno que cumplas fiel e irreprochablemente todo lo mandado, hasta
la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido
tiempo Dios, el bienaventurado y único soberano, Rey de los reyes y Señor de
los señores, el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz
inaccesible y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y
poder para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 8, 9
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para
enriquecernos con su pobreza. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora
él goza de consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16,19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos:
"Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y
banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la
entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que
caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las
llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles
lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y
vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí.
Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua,
porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que
en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora
de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros
se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: `Te ruego, entonces, padre
Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos,
para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'.
Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el
rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán'. Abraham repuso: `Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no
harán caso, ni aunque resucite un muerto' ". Palabra del Señor. Gloria a
ti Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas
sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y
digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda
santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos
al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de
ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad
de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente
encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen
contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no
permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, que llamas por su propio nombre al
pobre y desconoces el de quien vive en medio de riquezas, escucha nuestras
oraciones, haz justicia a los oprimidos y concédenos que, al escuchar tu
palabra, creamos que Cristo ha regresado verdaderamente de entre los muertos y
nos recibirá, al término de nuestros días, en el seno de nuestro padre Abraham.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra
ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente
de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de
Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no
sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad,
sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y
así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la
salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo
eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu
siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro
cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel
cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
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