El relato de la curación de Naamán y la escena de
los diez leprosos curados en el Evangelio son un elogio de la inclusión y la
gratitud. El ministro sirio reconoce que su piel ha quedado limpia no tanto por
la intervención de Eliseo, sino por obra del Dios de Israel. Por eso toma la
decisión de servir con exclusividad al Dios del profeta. En contraparte,
aparece Guejazí, un servidor del profeta que quiere cobrar a Naamán, el favor
que Eliseo le regaló. Su mezquindad será sancionada por su maestro. El relato
de los diez leprosos es la constatación sobre la escasez de la gratitud. Los
nueve leprosos que no regresaron con Jesús para darle gracias no fueron capaces
de cambiar un poco sus planes para alabar al Señor. Como ocurre en otros
relatos ejemplares del Evangelio de San Lucas, el modelo del buen obrar es un
samaritano. Los valores humanos y los valores cristianos se hacen presentes en
la vida de personas que no parecieran tenerlos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 129, 3-4
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas,
Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos
disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el
bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Volvió Naamán a donde estaba el hombre de Dios y
alabó al Señor
Del segundo libro de los Reyes: 5, 14-17
En aquellos días, Naamán, el general del ejército
de Siria, que estaba leproso, se bañó siete veces en el Jordán, como le había
dicho Eliseo, el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño.
Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de
Dios y se le presentó diciendo: "Ahora sé que no hay más Dios que el de
Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu siervo". Pero
Eliseo contestó: "Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no
aceptaré nada". Y por más que Naamán insistía, Eliseo no aceptó nada.
Entonces Naamán le dijo: "Ya que te niegas,
concédeme al menos que me den unos sacos con tierra de este lugar, los que
puedan llevar un par de mulas. La usaré para construir un altar al Señor, tu
Dios, pues a ningún otro dios volveré a ofrecer más sacrificios". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97, 1.2-3 ab. 3cd-4.
R/. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho
maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha
revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y
su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de
nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
SEGUNDA LECTURA
Si nos mantenemos firmes, reinaremos con Cristo.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a
Timoteo: 2, 8-13
Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo,
descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que
yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor;
pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor
a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y
con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos: "Si morimos con él,
viviremos con él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos,
él también nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque no puede
contradecirse a sí mismo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Ts 5, 18
R/. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues
esto es lo que Dios quiere que ustedes hagan. R/.
EVANGELIO
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que
volviera para dar gloria a Dios?
Del santo Evangelio según san Lucas: 17,11-19
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a
Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le
salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a
gritos le decían: ¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a
presentarse a los sacerdotes". Mientras iban de camino, quedaron limpios
de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó,
alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las
gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que
quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de
este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?". Después le dijo al
samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos,
por todos los hombres y por todas sus necesidades y digamos confiadamente: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de
caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos
fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y
honradez a todos los súbditos, a fin de que se mantengan la armonía y la justicia
en la sociedad, roguemos al Señor.
Para que el Señor, el único que puede hacer
prosperar el trabajo del hombre, bendiga los esfuerzos de los trabajadores y
haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
Para que Dios no permita que en la hora de nuestra
muerte, desesperados y sin acordamos de él, nos sintamos como arrancados de
este mundo, sino que, confiados y con una gran paz, leguemos a la vida feliz y
eterna, roguemos al Señor.
Dios nuestro, fuente y origen de la vida temporal y
eterna, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz que no busquemos únicamente
la salud del cuerpo; que los que nos hemos reunido este domingo volvamos para
alabarte por el don de la fe, y que toda la Iglesia sea testigo dela salvación
que tú obras continuamente en Cristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con
estas ofrendas que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción,
nos lleve a alcanzar la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 11
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que
buscan al Señor, no carecen de nada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, te pedimos que así como nos nutres
con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas
participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario