ASÍ NACIÓ JESÚS
Is 7, 10-14; Rom, 1, 1-7; Mt 1, 18-24
Ningún detalle fabuloso, ningún ritual esotérico. Un relato sencillo
presenta la grandeza del nacimiento de Jesús. María, una joven prometida a un
hombre llamado José, espera un hijo antes de que ambos vivieran juntos. Para
José aquella situación naturalmente carecía de toda lógica y no quería formar
parte de aquel enredo. Cuando este hombre, de oficio carpintero, entró en la
otra dimensión, gracias a la visita del ángel del Señor, cambió su perspectiva.
El embarazo de su prometida ya no era un problema por resolver, sino un
misterio que acoger. En la oscuridad de la noche lo sobrecogieron las dudas.
Dios lo visitó y el horizonte se aclaró. Al despertar José, la serena confianza
lo transformó. Tan no había espacio para la suspicacia, que se llevó a María a
vivir consigo y una vez que el niño prometido nació, lo asumió como suyo,
dándole el nombre emblemático que conocemos: Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8
Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra
se abra y germine el salvador.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para
que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo,
lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7,10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al
Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo
alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor
mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz
un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir
Dios-con-nosotros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6.
R/. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre
los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su
recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R/.
SEGUNDA LECTURA
Jesucristo, nuestro Señor, Hijo de Dios, nació del linaje de David.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 1, 1-7
Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser
apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio, que,
anunciado de antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a
su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre,
del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se
manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de
entre los muertos.
Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a
fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe, para gloria de su
nombre.
Entre ellos, también se cuentan ustedes, llamados a pertenecer a Cristo
Jesús. A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado
a formar parte de su pueblo santo, les deseo la gracia y la paz de Dios,
nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 1, 23
R/. Aleluya, aleluya.
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. R/.
EVANGELIO
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David
Del santo Evangelio según san Mateo: 1,18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre,
desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre
justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños:
"José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa,
porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú
le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por
boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo,
a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor y recibió a su esposa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y
del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males: Digamos confiadamente: R/.
Ven Señor Jesús.
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo
recibió María y como ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al
Señor
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas
cristianas pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad
descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche,
sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.
Para que las fiestas del nacimiento del Señor, alejen las tinieblas de
quienes viven sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de
quienes se sienten descorazonados y tristes, roguemos al Señor.
Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos
mundanos y a vivir sobria y honradamente, esperando la aparición definitiva del
Señor, roguemos al Señor.
Señor, Dios, que has mostrado la gratuidad y la fuerza de tu amor
eligiendo las entrañas purísimas de María para revestir de carne mortal a tu
Hijo, escucha nuestras plegarias y haz que también nosotros sepamos acoger y
engendrar espiritualmente tu Verbo, escuchando tu palabra y obedeciendo a la
fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo
Espíritu que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
PREFACIO DE ADVIENTO IV
MARÍA, NUEVA EVA
Este prefacio se dice el cuarto domingo de Adviento y en las Misas del
tiempo, desde el día 17 hasta el día 24 de diciembre, así como en las restantes
Misas que se celebran durante este mismo tiempo y no tienen prefacio propio.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación alabarte,
bendecirte y glorificarte Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno, por el misterio de la Virgen Madre.
Del antiguo adversario nos vino la ruina, pero en el seno virginal de
la hija de Sión recibió la vida aquél que nos nutre con el pan de los ángeles,
y surgieron para todo el género humano la salvación y la paz.
La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María; su maternidad
redimida del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva. Para que,
donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia por Cristo, nuestro
Salvador.
Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo, unidos a los
ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el
nombre de Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios
todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos trae la
salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el
misterio del nacimiento de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
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