sábado, 2 de mayo de 2020

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200503


En tiempos donde se propagan formas de fanatismo político y religioso de diversa índole conviene acentuar que, la relación genuina del creyente con Jesucristo no impide vivir la fe en consonancia con el llamado pensamiento crítico. Nuestra fe en la muerte y resurrección de Jesús, lo mismo que la exigencia de vivir relaciones marcadas por la caridad, la justicia y el amor a los necesitados, no nos otorgan ningún aval de superioridad moral sobre los demás, ni nos exentan de traspasar las fronteras de la dignidad humana en ninguna circunstancia. Un verdadero discípulo de Jesús sabe discernir con fe inteligente los llamados que el Señor Jesús le va planteando a lo largo de su existencia. El símil del discípulo con las ovejas no debe entenderse como una espiritualidad favorable a la docilidad sin crítica, ni a la manipulación.

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