viernes, 22 de mayo de 2020

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200524



Entre la grandiosidad del último capítulo del Evangelio de san Mateo, que invita a extender el discipulado entre todas las naciones y la constante disminución del número de los bautizados en muchas de las iglesias de Latinoamérica, existe una gran diferencia. Es como pasar de los siete años de vacas gordas a los años de vacas flacas. Nunca ha sido tarea sencilla vivir como discípulos de Jesucristo. Tampoco lo es ahora. Más aun, cabe reconocer que se multiplican las fuerzas restrictivas que dificultan la respuesta congruente al llamado de Jesucristo. El desinterés por los ideales evangélicos, la seducción que ejerce la sociedad del divertimento y el consumo no dejan de crecer y afectar la vida de los creyentes. Sin embargo, conviene recordar que la promesa del Padre va en serio: "Yo estoy con ustedes cada día, hasta el fin del mundo".

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