sábado, 24 de octubre de 2020

DOS MANDAMIENTOS CLAVES Mt 22,34-40

 

 

Los saduceos reclaman una respuesta orientadora de parte de Jesús. En medio de la maraña de mandatos y preceptos, necesitan un poco de claridad acerca del mandamiento principal. Jesús no se pliega ciegamente a sus exigencias. Para él no existe un solo mandamiento principal, en realidad existen dos: el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Más aún, todo cuanto Dios ha revelado a través de los libros centrales de Israel: la Torah y los Profetas se condensa en esa indisoluble exigencia. No es posible amar a Dios sino a través de los sacramentos de Dios que somos todas las personas. Cada persona humana es la experiencia visible del Dios invisible. Esta lección tan sencilla permite reorientar la manera cómo tratamos a los demás. Ningún criterio externo, nacido del color de la piel, las posesiones o el nivel social, es más decisivo que la común dignidad de toda persona.

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