sábado, 24 de octubre de 2020

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 25 de octubre 2020

 



 

DOS MANDAMIENTOS CLAVES

 

Los saduceos reclaman una respuesta orientadora de parte de Jesús. En medio de la maraña de mandatos y preceptos, necesitan un poco de claridad acerca del mandamiento principal. Jesús no se pliega ciegamente a sus exigencias. Para él no existe un solo mandamiento principal, en realidad existen dos: el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Más aún, todo cuanto Dios ha revelado a través de los libros centrales de Israel: la Torah y los Profetas se condensa en esa indisoluble exigencia. No es posible amar a Dios sino a través de los sacramentos de Dios que somos todas las personas. Cada persona humana es la experiencia visible del Dios invisible. Esta lección tan sencilla permite reorientar la manera cómo tratamos a los demás. Ningún criterio externo, nacido del color de la piel, las posesiones o el nivel social, es más decisivo que la común dignidad de toda persona.

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4

 

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.

 

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

 

ORACIÓN COLECTA

 

Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

La explotación de las viudas y los huérfanos enciende la ira de Dios.

 

Del libro del Éxodo: 22, 20-26

 

Esto dice el Señor a su pueblo: "No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos, huérfanos.

Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portes con él como usurero, cargándole intereses.

Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes de que se ponga el sol, porque no tiene otra cosa con qué cubrirse; su manto es su único cobertor y si no se lo devuelves, ¿cómo va a dormir? Cuando él clame a mí, yo lo escucharé, porque soy misericordioso". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL

 

Del salmo 17, 2-3a. 3bc-4. 6-7ab. 20-21.

R/. Tú, Señor, eres mi refugio.

 

Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/.

 

Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. R/.

 

Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Abandonando los ídolos, ustedes se convirtieron a Dios y viven en la esperanza de que venga desde el cielo Jesucristo, su Hijo.

 

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 5-10

 

Hermanos: Bien saben cómo hemos actuado entre ustedes para su bien. Ustedes, por su parte, se hicieron imitadores nuestros y del Señor, pues en medio de muchas tribulaciones y con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado la palabra de Dios en tal forma, que han llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya, porque de ustedes partió y se ha difundido la palabra del Señor; y su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todas partes; de tal manera, que nosotros ya no teníamos necesidad de decir nada.

Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a quien él resucitó de entre los muertos, y es quien nos libra del castigo venidero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23

R/. Aleluya, aleluya.

 

El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.

 

 

EVANGELIO

 

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.

 

Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 34-40

 

En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?".

Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor, elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

 

Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y piedad a nuestro obispo N., Y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor.

 

Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor.

 

Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación, roguemos al Señor.

 

Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras en su gracia y amistad, roguemos al Señor.

 

Dios nuestro, refugio en las adversidades, escucha nuestras oraciones y haz que, llenos de tu Espíritu, abandonemos los ídolos, nos volvamos sinceramente a ti y cumplamos plenamente el mandamiento de amarte a ti con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

PREFACIO

 

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

 

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6

 

Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.

 

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario