martes, 3 de mayo de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220508

La música es un elemento imprescindible de cualquier religión. Según los hindúes, por ejemplo, las divinidades se comunican produciendo una música que retumba por el universo y que sólo ciertos individuos selectos pueden oír. Claro que, en nuestra religión católica, Dios se revela por palabras y acciones. No obstante, la música siempre ha tenido un lugar muy importante. Los salmos no son meramente poemas, sino la letra de canciones para cantar. Partes del Nuevo Testamento se originaron como cánticos usados durante las liturgias, como Fil 2, 6-11 y Ef 3, 1-14. En la historia de la Iglesia ha habido controversias acerca de la música, como atestiguan las luchas contra los himnos arrianos en el siglo IV y la discusión durante el Concilio de Trento en el siglo XVI sobre los instrumentos musicales que se pueden tocar durante la misa. Nuestra fe necesita la música.

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