sábado, 8 de octubre de 2022

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221009

 

La Iglesia católica tiene un gran número de santos patronos para las personas que sufren enfermedades incurables y contagiosas. San Judas, el patrón de causas perdidas, san Peregrino, patrón de los que sufren de cáncer son tal vez de los más famosos. Sin embargo, también tiene santos contra el reumatismo, la gota, y la epilepsia (san Mauro), la diabetes (santa Paulina), el alcoholismo (san Matías), las enfermedades mentales (santa Dimpna), y muchos otros. Este gran número de patronos revela la importancia dada por la Iglesia al cuidado de los que padecen de malestares prolongados. Es un deber que abraza un marco de actividades, desde el estudio de tales enfermedades, por los investigadores médicos, pasando por el cuidado personal de cada enfermo, hasta la necesidad de cambiar la sociedad para que, en vez de ignorar a tales enfermos, se ofrezcan espacios para cuidados con dignidad.

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