viernes, 28 de octubre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20221031

 



«La gente se lo impedía, esto es, la costumbre de los vicios, que era la que increpaba al ciego para que no pidiese la luz, es también la que impide que laqueo vea a Jesús; pero así como el ciego gritando más fuerte venció a la turba, así este pequeño, dejando las cosas de la tierra y subiendo al árbol de la cruz, se levanta sobre la turba. El sicómoro, pues, que es un árbol de hojas semejantes al moral, pero de más altura, se llama higuera salvaje o sin fruto; también la cruz del Salvador alimenta, como la higuera, a los que creen en Él; pero los incrédulos se burlan de la cruz creyéndola estéril. A este árbol (de la cruz) se sube el pequeño laqueo para elevarse; y dice, como todo humilde y que conoce su propia debilidad: No quiero gloriarme en otra cosa más que en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo (Gál 6, 14). En sentido espiritual puede decirse que laqueo, término que quiere decir: "justificado'; significa al pueblo creyente que nacería de los gentiles, a pesar de que por las preocupaciones que tenía por las cosas temporales vivía como oprimido y empequeñecido, pero fue santificado por Dios; deseó ver al Salvador cuando entró en Jericó queriendo participar de la fe que trajo al mundo. (... ) Se dice que laqueo es hijo de Abraham, no porque hubiese nacido de su estirpe, sino porque lo imitó en su fe, y así como aquél abandonó su país y la casa de su padre, así éste abandonaba también sus bienes distribuyéndolos a los pobres. Muy oportunamente dice: Porque él también, por cuanto declara que no sólo quienes viven bien, sino aquellos que dejan la mala vida, pertenecen a los hijos de la promesa» (San Beda el Venerable [c.673 -735]).

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