viernes, 6 de enero de 2023

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230108


De muchas maneras, la Iglesia ha enfatizado que la salvación divina es un regalo público para todos. No es accesible únicamente a los que conocen los secretos, sino que se ofrece como un don de inmenso valor para todo el mundo. Este énfasis ha conducido a doctrinas como la sucesión apostólica, que afirma que la línea de obispos y toda la Iglesia forman una cadena públicamente visible que se inicia con los Apóstoles; y al canon de la Escritura, el cual abarca esos escritos que han sido usados públicamente por las comunidades eclesiales para nutrir su fe y rechaza esos escritos llamados apócrifos, que frecuentemente proponen conocimientos secretos. Para cada uno de nosotros, este carácter público de nuestra fe nos consuela con un mensaje de Amor Divino incondicional y nos anima a dar testimonio público del Evangelio.

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